COPA SUDAMERICANA

A diferencia de lo que ocurrió por el clásico del Torneo Apertura, cuando hubo un recibimiento de los dirigentes de Nacional a sus pares de Peñarol, en esta ocasión no habrá ningún acto protocolar. Esto determinará que no habrá contacto entre las autoridades de ambos clubes, lo que impedirá que Ignacio Ruglio o cualquier otro consejero aurinegro pueda devolverle en las manos la plaqueta de la discordia a un directivo tricolor.

De hecho, el propio operativo de seguridad elaborado por el Ministerio del Interior y que fuese dado a conocer ayer deja al descubierto la situación mencionada.

Es que todos los miembros de la delegación de Peñarol tendrán como único acceso al Gran Parque Central la Puerta 10 ubicada en la esquina de las tribunas José María Delgado y Héctor Scarone y no llegarán a la entrada principal del escenario deportivo.

Desde ahí subirán a un sector especialmente designado en la Zona Alta de la Tribuna Delgado. Ese lugar será un sector de uso y permanencia exclusiva para los aurinegros.

Esto implica que la única alternativa posible, ante la decisión de devolver la plaqueta, es de entregar a un funcionario de seguridad en su llegada al estadio. O, en todo caso, tomar la determinación de dejarla en el Gran Parque Central sin que nadie la reciba.

Vale destacar que en la zona que se ubicarán los dirigentes de Peñarol no habrá prensa partidaria aurinegra. Aunque la institución realizó una propuesta para que en ambos partidos pudieran acomodarse los medios de comunicación que siguen a los clubes y hasta permitir el ingreso de fotógrafos a las dos canchas, al final Nacional decidió rechazar el planteo.