ESPAÑA

Para Barcelona la visita a Leganés debía ser un trámite. Eso se suponía, pues el duelo era entre uno de los líderes de LaLiga de España y el último. Sin embargo, lejos estuvo de ser así el trámite.

Resultó un encuentro muy sufrido para Barcelona, que pese a utilizar una formación muy ofensiva (Dembelé, Lionel Messi, Antoine Griezmann y Luis Suárez desde el inicio) no pudo cuajar una buena actuación ofensiva. Sí tuvo la pelota, pero se encontró con un cerco defensivo muy firme plantado por los futbolistas de Leganés.

Para ello colaboró mucho también el golazo (zurdazo cruzado al ángulo) tempranero que consiguió el local, que a los 12' y a través de Youssef En-Nesyri sorprendía con el 1-0. El control del balón fue casi exclusivo de Barcelona, pero el del juego perteneció a Leganés.

Todo cambió en la segunda mitad, cuando finalmente el Barça pudo romper la resistencia rival. Centro de Messi desde unos ocho metros del área y cabezazo bajo de Luis Suárez para igualar. Iban 53 minutos y quedaba un montón por delante.

Leganés le bajó el ritmo al partido todo lo que pudo, pero a la larga tanta presión de Barcelona fue imposible de aguantar. A los 79', a la salida de otro balón parado, el balón pegó en un futbolista local y salió hacia Arturo Vidal, quien estaba parado claramente adelantado casi a la altura del arquero y lo batió. No fue offside porque la pelota salió impulsada por el pie de un defensor.

Sobre el final el Barça pudo lograr un gol más, pero desperdició las oportunidades. Fue victoria 2-1 de Barcelona sobre Leganés, punta y a pensar en Borussia Dortmund, rival del miércoles por Champions en el Camp Nou.