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Giovanni González: "Ya no se juega con la camiseta ni la historia; el que no corre no gana"

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Giovanni González. Foto: Fernando Ponzetto.
Fernando Ponzetto

ENTREVISTA

El lateral derecho de Peñarol se ilusiona con jugar otra Copa Libertadores con el club de sus amores y poder avanzar a los octavos de final.

Después de cumplir el sueño de llegar a Peñarol, el club de sus amores, ahora recién cae en que está siendo dirigido por Diego Forlán, a quien por televisión vio brillar en la selección uruguaya y hasta se emocionó con sus goles en Sudáfrica 2010.

Giovanni González (25) afronta su tercera temporada en el equipo aurinegro con la mira puesta en hacer la diferencia en el plano local, trascender en la Copa Libertadores y volver a ser convocado a la Celeste.

De a poco va reencontrándose con su mejor nivel, se siente a gusto con la idea de “Cachavacha” y lo que más lo tiene deslumbrado es el profesionalismo con el que el cuerpo técnico trabaja todos los días en Los Aromos.

-¿Qué tiene de especial ser dirigido por Diego Forlán?
-Mucho. Diego es un fenómeno en todos los sentidos y nadie duda lo que fue como jugador. Hoy tenerlo como técnico de Peñarol está buenísimo porque nos transmite todas sus experiencias y vivencias. Yo tuve la posibilidad de verlo jugar, gritar y hasta llorar con sus goles en el Mundial de Sudáfrica. Ahora lo tenemos entre nosotros para aprender y escucharlo. Es un orgullo para todos nosotros.

-¿Qué se hablaba entre los compañeros con la llegada de Diego como técnico?
-En las primeras prácticas conversábamos entre todos que era raro porque se retiró hace poquito, pero lo miramos con admiración porque es un ejemplo a seguir para todos porque siempre fue un profesional en todos los sentidos y ahora nos quiere transmitir eso a nosotros y es un lujo poder aprender cosas de él.

-¿Cómo es la forma de trabajo del cuerpo técnico?
-Es muy buena. Ahora hay mucha gente en el cuerpo técnico, tenemos un profe para hacerle alguna consulta y siempre hay un especialista cerca para consultarle algo. Hay un régimen que implica pesarse cuando llegamos a Los Aromos y también después de entrenar. Hay detalles que no dejan librados al azar con una estructura planificada y organizada que apunta a lo profesional, bien al estilo de lo que según dicen es en Europa y que no es común ver en nuestro fútbol. Todo está dentro del profesionalismo que nos quiere transmitir Diego porque así es como él vivía su día a día.

Gabriel Neves y Giovanni González en el clásico del Intermedio 2019. Foto: Francisco Flores.
Giovanni González en un clásico entre Peñarol y Nacional. Foto: Francisco Flores.

-¿Qué se busca con lo del peso antes y después de cada entrenamiento?
-Es para que tengan datos y controlen a cada jugador, saber cómo te encontrás, cómo te sentís, cómo están tus piernas, cuántas horas dormimos y cómo es la recuperación después de cada práctica. La gente que está en el cuerpo técnico recaba todos esos datos de nosotros y se toman decisiones para ver qué te falta y cómo vas a entrenar ese día para que estemos todos en las mejores condiciones.

-¿Cómo te sentís en esta nueva temporada?
-Con mucha confianza, algo imprescindible para el jugador. En ese sentido, Diego me la ha dado y con su apoyo todo es más fácil. Eso es clave para poder ayudar al equipo. En estos partidos se vieron cosas buenas porque generamos llegadas y por ahí nos falta definir, pero creo que deberíamos preocuparnos si no creamos situaciones. Yo veo al equipo muy bien y afinando cosas. Creo que partido a partido vamos a ir mejorando y cada uno va a poder aportar lo que sabe.

-¿Te pidió algo en especial Forlán a la hora de jugar?
-Tuve charlas con él como la tuvieron la mayoría de mis compañeros porque es un entrenador que le da mucha confianza al jugador y eso está muy bueno. Es exigente pero lejos de ser pesado, sino que todo lo contrario. En lo personal desde el primer momento habló conmigo y me dijo que era un jugador importante para él y que quería contar conmigo. Eso me enorgullece, sobre todo sabiendo de quien viene.

-¿Qué significa para vos jugar la Copa Libertadores?
-Es algo divino. Primero ponerte la camiseta de Peñarol ya es especial, imaginate jugar la Copa con estos colores... Es un sueño para muchísimo futbolistas y para mí es un orgullo poder representar a este club a nivel internacional. Esperemos que este año podamos cumplir los objetivos: primero pasar de fase y luego ir pasito a pasito. La idea es hacer un buen papel y creo que con la preparación que tuvimos lo podemos conseguir.

-El año pasado se les negó la clasificación por detalles. ¿Cómo se prepararon para esta Copa Libertadores?
-Hicimos una gran pretemporada. Fue muy exigente y tuvo muchos entrenamientos que apostaron a lo físico. Como dicen, eso es el pan de cada día porque es la base para todo el año. Se sufre un poco, pero sabemos que a nivel internacional hay que estar muy bien físicamente porque si no te pasan por arriba. Hoy ya no se juega con la camiseta ni con el peso de la historia porque el que no corre, no gana. Por eso estamos preparados para hacer un buen papel y dar pelea hasta dónde se pueda.

-Pero de movida ya hay desventaja en cuanto a partidos oficiales...
-Siempre digo que la diferencia más grande que tenemos con el resto de los países es el ritmo de competencia. Somos el país que menos actividad oficial tiene y eso se siente. Nuestro próximo rival llega con 10 juegos y nosotros tenemos dos. Juegan cada tres días con un ritmo muy alto de competencia, pero la vamos a pelear.

Foto: Reuters
Peñarol y Athletico Paranaense en la Copa Sudamericana 2018. Foto: Reuters.

-¿Te gustaba la idea de la Copa Uruguay?
-Estaba entusiasmado con ese torneo. Era una posibilidad interesante que no se va a dar este año y ojalá salga para el próximo porque está bueno que empiece a cambiar nuestro fútbol y podamos tener más competencia.

-Pudieron aprontar el partido de Curitiba en césped sintético. ¿Cómo fue?
-Es una superficie a la que no estamos acostumbrados a jugar. Yo ya he jugado en esa cancha (Arena Da Baixada) pero muchos no. Es distinto porque la pelota gira diferente y va más rápida. La cancha siempre está mojada y hay que tener cuidado. Contra Central Español salió un lindo partido y pudimos generar varias chances en el ataque. Estuvo bueno porque se trata de abarcar todos los detalles para achicar el margen de error.

-¿Qué recuerdos tenés de la última visita a Curitiba?
-Fue una serie para el olvido. Me acuerdo que tuvimos un error con Kevin (Dawson) que nos costó un gol y de ahí en más cambió todo porque veníamos haciendo bien las cosas. Ahora es diferente, muchos jugadores cambiaron y estamos con la esperanza de traernos algo.

Giovanni González. Foto: Marcelo Bonjour.
Giovanni González con la cinta de capitán de Peñarol frente a Cerro. Foto: Marcelo Bonjour.

-¿Cómo fue quedar como capitán frente a Cerro?
-Inesperado y atípico. Fue algo que no se habló y se dio ahí en el partido. Expulsaron a Thiago (Cardozo), se paró el juego y cuando Jesús (Trindade) vino y me puso la cinta se me erizó la piel porque aunque sea unos minutos lucirla fue un orgullo. No me lo esperaba y fue algo espontáneo de los compañeros que te deja contento por pertenecer a este grupo humano maravilloso.

-¿Te ilusionás con otra citación a la selección?
-¡Sí, por supuesto! En las primeras convocatorias decía ‘esto no puede estar pasando, es un sueño’, pero después lo fui asimilando, me di cuenta de la realidad y siempre querés más. Pude estar durante todo el 2018 y trabajo todos los días para seguir siendo convocado.

-¿Cómo te imaginás al final de este semestre?
-El primer objetivo es pasar la fase de grupos de la Copa Libertadores, el otro es ganar el Torneo Apertura y la frutilla de la torta sería ir a la Copa América con Uruguay.

La salida de su amigo Agustín Canobbio
"Me dolió mucho por cómo se dio"
Giovanni González y Agustín Canobbio en Peñarol. Foto: Gerardo Pérez.

Giovanni González y Agustín Canobbio tienen una relación que va más allá del fútbol. Las familias se conocen desde que Juan González, padre de “Gio”, y Osvaldo Canobbio, padre de Agustín, eran compañeros, a tal punto que “Juanchi” es padrino de uno de los hijos de Osvaldo y viceversa. “Nos criamos juntos por toda la relación que hay entre nuestras familias”, le contó Giovanni a Ovación agregando que “me dolió mucho por cómo se dio la salida de Agustín de Peñarol. No se lo merecía, pero son decisiones que se toman en la institución y hay que respetarlas porque no dependen de nosotros.
Ahora, Agustín Canobbio tiene su presente en Fénix, club al que regresó y su amigo Giovanni lo va a tener de rival, pero siempre primando la amistad: “Yo estoy seguro de que ‘Agu’ va a hacer un gran campeonato con buenas actuaciones y que va a tener la chance de despegar nuevamente como se merece”.

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