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Gimnasia, sin el escudo Maradona: obligado a reinventarse pero sin apuro para definir DT

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El minuto de silencio del plantel de Gimnasia tras el fallecimiento de Diego Maradona. Foto: @gimnasiaoficial.

ARGENTINA

Luego del fallecimiento de su entrenador, el cuerpo técnico del equipo de La Plata tomó la decisión de renunciar por completo.

Diego Maradona, para Gimnasia, más que un entrenador fue un escudo. Un escudo para proteger un club debilitado. A fines de agosto de 2019, el equipo parecía entregado, la dirigencia estaba cuestionada y los hinchas comenzaban a resignarse. El impacto del nuevo DT modificó el escenario por completo. De golpe, los futbolistas declaraban que se iban a jugar la vida, la comisión directiva era respaldada por un símbolo del fútbol mundial y la gente creía que todo era posible. La desazón se convirtió en esperanza.

Hoy, ese escudo ya no está. Los jugadores no tienen cuerpo técnico confirmado (renunció Sebastián Méndez, ayudante de campo y quien lideraba el plantel), la CD debe tomar decisiones en medio del dolor y los simpatizantes todavía no encuentran consuelo. Hasta hace unos días, el Lobo platense era uno de los focos futbolísticos del planeta; era el equipo de Diego. Hoy, el vacío es difícil de llenar.

La historia de Gimnasia es mucho más grande que los últimos 14 meses y medio. Gimnasia no es Maradona. Sin embargo, se había acostumbrado a tenerlo. A verlo vestido de azul y blanco. Sentían que era su Dios y que le estaban ofreciendo un templo. Esa historia mágica se acabó. Si bien la aventura quedará en el recuerdo, hoy tiene que reinventarse. Volver a ser ese Lobo menos observado, aunque igual de fervoroso. Aquel que supo ser con Pedro Troglio, por ejemplo. Ese humilde siempre de pie. La misión no es sencilla. La última casa de Diego se desmoronó con su partida. Plantel, dirigentes e hinchas deberán reconstruirla.

Diego Maradona en Gimnasia de La Plata
Foto: La Nación / GDA

Los futbolistas, hasta que los directivos confirmen al nuevo entrenador, estarán a cargo de la dupla conformada por Mariano Messera y Leandro Martini. La premisa de la dirigencia es no apurarse en la elección del próximo DT. El descenso no apremia y van detrás de un doble objetivo: un técnico de experiencia que sea compatible con un proyecto deportivo. Nombres circularon varios. En concreto no hay nada. Los jugadores están golpeados y el arquero Jorge Broun lo ratificó cuando salió del velatorio: "No pensamos en el partido, solo en despedir a Diego".

¿Cómo están los hombres que tienen la responsabilidad de levantar el club? Dolidos. Muy dolidos. ¿Qué prometen? Trabajar para conseguirlo. Trabajar, a pesar del dolor. LA NACION se contactó con tres de los hombres que afrontarán este desafío.

"En el club hay tristeza. Fue un mazazo para todos. De golpe, se nos fue esa expectativa de que Diego volviera a Estancia Chica; en el predio lo veíamos increíblemente feliz y teníamos la ilusión de que volviera. Tenerlo generaba una emoción enorme porque, además de ser el más grande de todos los tiempos, era un tipo generoso", expresó con voz resquebrajada Leandro Martini, uno de los técnicos interinos.

Diego Maradona en la presentación como nuevo entrenador de Gimnasia y Esgrima de La Plata. Foto: Reuters
Diego Maradona en la presentación como nuevo entrenador de Gimnasia y Esgrima de La Plata. Foto: Reuters

"Como institución estamos atravesando un duelo importante. La repercusión no se apaga. Es un momento duro y nos queda un gran vacío", reconoció el presidente Gabriel Pellegrino, con voz apagada.

"Se fue un ídolo de la Argentina y el técnico de Gimnasia, pero también un tipo excelente. Yo quería conocer a Maradona y terminé conociendo a Diego, una persona muy especial. Su fallecimiento nos deja huecos difíciles de llenar. Estoy destrozado", se sinceró el secretario general Alejandro Ferrer, con voz casi inexistente.

El equipo, con la moral aplastada, buscará hacer pie. La dirigencia intentará conseguir solidez para no tambalear (hace unos días había renunciado el presidente y lo convencieron de que diera marcha atrás). Los hinchas harán su duelo y en unos días -a lo sumo semanas- estarán felices de haber tenido a Maradona en su club.

Diego llenó al Lobo de recuerdos y sin dudas serán inolvidables. Aunque le duela (¡y mucho!), ahora Gimnasia debe pensar en reinventarse.

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