OPINIÓN

“Hay luz al final del camino. Hay que tener respeto por la situación y un poco de miedo, pero no pánico. El pánico te tranca y te deja inmóvil. Es un tema muy complejo porque hay una división política impresionante y no da para escuchar la televisión ni seguir mucho lo que dicen los políticos. Lamentablemente hay muchos intereses por atrás”, dijo Diego Lugano, excapitán de la selección uruguaya, en el programa Derechos Exclusivos, de radio Uruguay, respecto a la situación de la pandemia en Brasil.  

“Si te confinás 100% te morís de hambre y si salís como loco a la calle a trabajar, los contagios pueden ser mayores. En medio de eso hay gente que tiene miedo al coronavirus y gente que tiene miedo de morir de hambre, y están los canallas de siempre acá en Brasil, en Uruguay, en Argentina, en Chile y en todos lados, que viven bajo el lema ‘cuanto peor, mejor’, e intentan que todo se vaya al carajo para sacar sus réditos personales", agregó Lugano, quien es hoy el encargado de relaciones institucionales del São Paulo. 

El gobierno uruguayo está “haciendo las cosas con mucha responsabilidad y criterio. Eso me tiene muy tranquilo”, comentó el exfutbolista sobre la situación de Uruguay. Lugano vive en Brasil, pero gran parte de su familia sigue en Uruguay, e incluso él tiene casa en Canelones. 

También Lugano se refirió a la situación del São Paulo, equipo del que es ídolo, además de estar trabajando: "Las finanzas del club se van al carajo porque se cancelan todo tipo de ingresos que el club tenía. Somos una plantilla muy cara, de hecho la tercera de Brasil y seguramente la cuarta o quinta de toda América. Se cortan ingresos por televisión, entradas, sponsors y hasta algún posible traspaso que teníamos para Europa. Eso hace que sea muy difícil este mes pagar al 100% los compromisos que el club tenga. 

Lugano, que nunca se guarda nada en las declaraciones, expresó que “no saldrá en la prensa, en la televisión ni en las redes sociales la gente que se muere de hambre. Eso no vende tanto como un enfermo por coronavirus y de repente son muchos más”. 

“Brasil es un continente que tiene 220 millones de personas y el 30% vive en favelas, donde hay mucha gente en pocos metros cuadrados. Hay un alto porcentaje de esa gente que no tiene agua potable y unas 50 o 60 millones de personas que viven de la diaria. Si hay una orden desde Europa de todo el mundo confinado, es una locura en un continente como Brasil”, agregó Lugano, que habló bastante sobre la situación de pobreza de Brasil y de que es inviable que en ese país se pueda cumplir una cuarentena obligatoria. 

Diego Lugano concluyó que "hay que verlo paso a paso porque las consecuencias pueden ser más catastróficas que el propio virus. El coronavirus ya llegó, lo vamos a padecer y está circulando; antes o después todos lo agarraremos, aunque para muchos será una gripe.