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Gastón Olveira se unió a la selección mayor: sueño cumplido

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Gaston Olveira
Leonardo Maine

SELECCIÓN

Anoche se presentó en el Complejo Celeste. Tenía ilusión de conocer y compartir con sus nuevos compañeros, figuras a nivel mundial. “El nacimiento de la hija de Muslera se dio en el momento justo para mí”.

Gastón Olveira está viviendo un sueño. El viernes le costó mucho dormirse al arquero de River Plate. Horas antes se había enterado de que lo convocaban por primera vez a la selección mayor. La suspensión de la sexta fecha por las intensas lluvias hizo además que tuviera que presentarse anoche en el Complejo Celeste para viajar esta mañana temprano rumbo a Lima con el grupo. “Estoy loco de la vida, viviendo un sueño. El nacimiento de la hija de Muslera se dio en el momento justo para mí”, admitió.

Ayer entregó el pasaporte y pasó por el Saroldi a recoger sus zapatos. Y a las 21 horas se presentó en el Complejo de la AUF. No ligó porque no están ni Suárez ni Cavani, pero tenía mucha ilusión de conocer a todos los futbolistas. “No quiero nombrar a ninguno, más allá de que hay algunos que están hace mucho tiempo y uno los tiene más de ídolos. Jugadores históricos como Godín, el capitán. Pero los quiero conocer a todos. La ilusión de tener contacto con ellos es grande. Esta es una selección maravillosa, un grupo espectacular. Con grandes figuras a nivel mundial. Para mí es un sueño compartir con jugadores de tanta calidad y tener el privilegio de ser parte de un proceso que ha sido histórico para el fútbol uruguayo. Así sea una mínima parte. Ser considerado para mí es un gran honor. Espero colaborar en lo que pueda y colmar las expectativas que tengan sobre mí”, reconoció quien se reencontrará con dos conocidos: Giovanni González y Brian Lozano, con quien jugó los Juegos Panamericanos de 2015.

“Sé que aunque son estrellas mundiales, hay un gran grupo humano. Y a cada uno que llega lo reciben de la mejor manera. No es sólo lo que son dentro de la cancha, sino también afuera. Va a ser un placer estar ahí”, añadió.

Olveira se enteró de la citación el viernes antes del entrenamiento. Se lo dijo Jorge Fossati en su particular estilo. “Empezó a hablar como es él, sin dar muchos indicios. Yo no entendía nada. Le daba rodeos, pero estuvo bien porque además de la noticia me dio algunos consejos para ayudarme y su punto de vista que es importantísimo para mí. Pero se hizo desear”, relató.

Fossati le explicó que era una posibilidad, pero que aún no estaba confirmado. Sin embargo, fue al baño y allí se encontró con el gerente deportivo Leonardo Rumbo quien lo felicitó y le confirmó que era seguro. Su alegría fue aún mayor.

Gastón Olveira volvió a repetir una gran actuación ante un grande. Foto: Marcelo Bonjour / El País
Personalidad. La de Gastón Olveira a la hora de caminar hacia el arco. Foto: Marcelo Bonjour / El País.

Sus compañeros no se enteraron hasta el final del movimiento. Salvo Agustín Ale, a quien Fossati -sabedor de su amistad con el arquero- se lo contó. Los que terminaron antes lo supieron mirando sus celulares y le llovieron las felicitaciones. “Ellos fueron parte de todo esto”.

De tardecita, tras la práctica, encontró un mensaje de Celso Otero. Le respondió pero Otero ya estaba en el Centenario y recién lo vio tras el juego ante Perú. “Después del partido me llamó y estuvimos conversando un rato. Y luego me escribió Mario Rebollo para felicitarme y ponerse a la orden”.

EMOCIÓN. Estaba deseando llegar a su casa para compartir su felicidad con su mujer Jessica y sus dos hijos, Lautaro y Ema. “Ellos cumplen un papel muy importante para mí en el día a día con su apoyo. Y ver sus caras de alegría fue fantástico para mí. Lautaro (8 años), que ahora comprende más el fútbol y juega al play y al FIFA y se da más cuenta de las cosas, lo vive con mucha pasión. El gol de Uruguay lo gritó como si lo hubiera hecho yo. Se siente protagonista porque los amigos le dicen algo o los padres de los otros niños”. Es que en los grupos de padres de las clases de sus hijos llovieron los mensajes. “Soy un agradecido, me han llegado muchos saludos y muchas muestras de cariño. Todos: los niños, mi señora y mi padre, que me acompaña a todos lados, están muy felices. La emoción de la familia fue muy grande. Lo disfruto yo y todos ellos”.

Se le vencía el pasaporte en septiembre, pero a fines de agosto lo renovó siguiendo los consejos de uno de sus técnicos de River Plate, Guillermo Almada. “Siempre nos decía que teníamos que estar preparados. Que no podía ser que llegara ese momento que habíamos esperado tanto en la carrera y nos faltara algo”.

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