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Los futbolistas se pronuncian contra el racismo y hasta la FIFA los respalda

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Borussia Dortmund

MUERTE DE GEORGE FLOYD

Varios jugadores de la Bundesliga se pronunciaron realizando un icónico gesto

Si bien ciertas conductas racistas no parecen cambiar a través del tiempo, no todo está perdido: ahora hasta la FIFA -contradiciendo sus propias directivas anteriores- respalda las expresiones de protestas de futbolistas ante la muerte de George Floyd tras la acción brutal de un policía en Minneapolis, Estados Unidos.

Los jugadores Marcus Thuram, Achraf Hakimi, Weston McKennie y Jadon Sancho mostraron carteles de apoyo a la causa de Floyd o pusieron una rodilla y la vista en el suelo, el gesto icónico de las protestas. El presidente de la Federación alemana, Fritz Keller, se manifestó “orgulloso” de que haya “jugadores tan maduros” ante una situación que “no puede dejar a nadie indiferente”. Luego, la FIFA emitió un comunicado expresando que “entiende plenamente la profundidad de los sentimientos y las preocupaciones expresadas por muchos futbolistas a la luz de las circunstancias que rodearon la trágica muerte de George Floyd”, por lo cual deja en libertad a las asociaciones para no sancionar estas demostraciones.

Ahora parece muy lejano el episodio registrado durante los Juegos Olímpicos de México 1968, cuando los atletas estadounidenses negros John Carlos y Tommie Smith levantaron sus puños enguantados en el podio de los 200 metros llanos, para protestar contra la discriminación racial. Debe recordarse que por esos días la situación en Estados Unidos estaba tan agitada como ahora debido al asesinato del líder pacifista negro Martin Luther King. Pero la repercusión de aquel gesto resultó muy diferente a las actitudes de varios futbolistas de la Bundesliga en 2020.

En 1968, el público del estadio Olímpico mexicano abucheó a Carlos y Smith, el Comité Olímpico Internacional les quitó las medallas de oro y bronce respectivamente y los expulsó de la Villa Olímpica. Al regresar a Estados Unidos, los atletas recibieron amenazas de muerte y el FBI comenzó a investigarlos. Incluso el australiano Peter Norman, de piel blanca y segundo en esa carrera, fue sancionado por su federación por haber mostrado apoyo a la actitud de Carlos y Smith. No fue convocado para los Juegos de Munich 1972, pese a que había logrado la marca necesaria, ni invitado a Sydney 2000.

No todo está perdido en este siglo XXI, porque en 2019 Carlos y Smith fueron incluidos en el Salón de la Fama del deporte estadounidense, una forma de rehabilitación. Norman no tuvo esa suerte, pues cayó en la depresión y falleció en 2006.

Un punto de quiebre fue la protesta iniciada en 2018 por el jugador de fútbol americano Colin Kaepernick, quien mientras se irradiaba el himno de Estados Unidos antes de los partidos apoyaba su rodilla en el suelo, como crítica a anteriores episodios de violencia policial contra personas negras. Su gesto tuvo gran repercusión y apoyo en todo el mundo, pero al final de esa temporada Kaepernick quedó sin equipo y nadie lo contrató desde entonces. Su sponsor, Nike, le mantuvo sin embargo el respaldo e incluso creó un eslogan con su rostro y la leyenda: “Cree en algo. Aunque signifique sacrificar todo”.

“El racismo en América es como polvo en el aire: no se ve, aunque te esté asfixiando. El virus del racismo que infecta al país es más mortal que el coronavirus”, afirmó Kareem Abdul Jabbar, exfigura de la NBA, tras la muerte de Floyd.

El caso marcó un nuevo hito, pues incluso deportistas negros habitualmente alejados del compromiso social, como Tiger Woods y Michael Jordan, se adhirieron a las protestas. El exboxeador Floyd Mayweather, hasta ahora más preocupado por mostrar sus riquezas que sus ideas, pagó el funeral de George Floyd.

Luis Suárez, Lionel Messi, LeBron James, Tom Brady, Neymar y otras grandes estrellas apoyaron una iniciativa para erradicar el racismo a través de las redes sociales: bajo el hashtag #BlackOutTuesday postearon una imagen totalmente negra con el objetivo de causar “un apagón” en Instagram.

Sin embargo, todavía la protesta no es tan masiva como debería. El campeón mundial alemán en Brasil-2014 Jérôme Boateng, también negro, dijo que sería “deseable” que más deportistas blancos famosos unan sus voces para enviar un mensaje fuerte contra el racismo.
 

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