Mientras en Peñarol Bengoechea y Forlán se reparten las culpas de este momento futbolístico tras el opaco empate ante Plaza Colonia, en Nacional sólo se habla de la notable reacción anímica que tuvo el equipo ante Rentistas en el tramo final del partido.

JOSÉ MASTANDREA

Son las dos caras de la moneda en el cierre del Torneo Apertura. Dos caras opuestas, claro, que denuncian el presente de uno y otro a sólo 90 minutos del final.

Tanto Nacional como Peñarol han hecho todo lo posible para no ganar el primer torneo del año.

El tricolor empezó notable. Y el aurinegro a los tropezones, pero en medio del certamen, Nacional empezó a perder puntos que no perdía, y Peñarol empezó a ganar puntos que no ganaba.

La fecha previa al clásico marcó el rumbo de ambos. Nacional dejó escapar un triunfo que parecía abrochado ante Racing (ganaba 2-0 al cierre del primer tiempo y lo empató 2-2) y Peñarol comenzó a ganar y a recuperar terreno, como contra Liverpool y Villa Teresa.

Después del clásico, a tres fechas del final, pintaba todo para Peñarol y más con la derrota de Nacional en Jardines. Pero no. El aurinegro empezó a desflecarse y el tricolor a fortalecerse. Se pasan la posta uno al otro...

Desde el Arco