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Fratta, el zaguero goleador, está pronto para dar el salto

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fratta
Leonardo Maine

BOSTON RIVER

En su debut en Primera División con Defensor Sporting le hizo un gol a Danubio en Jardines a los 4 minutos de juego y eso lo marcó.

Guillermo Fratta es el zaguero con más goles en el fútbol uruguayo. El rochense, criado en Defensor Sporting y que lleva cuatro años defendiendo a Boston River, espera con ansias que vuelva el fútbol pues cree que está pronto para dar un buen salto en su carrera.

“Creo que estoy en un momento muy bueno, como para crecer. Para dar el salto. O dar pasos cortos pero seguros. Aunque obviamente necesito volver a jugar, pero creo que poco a poco todo va a ir regresando a la normalidad”, dijo Fratta, quien a pesar de la posición en donde juega es el segundo goleador histórico de Boston River en Primera División.

“Tengo la virtud de convertir y está bueno, aunque tengo claro que lo primero es ser un buen defensor. Pero cuanto más completo mejor. Trato de aprovechar esa virtud que tengo para convertir. La mayoría de los goles han sido por el juego aéreo, pero creo que también tengo oportunismo en las pelotas quietas, en los córners. Por suerte, lo sé aprovechar. Ser el segundo goleador histórico del club en tan poco tiempo es una gran satisfacción para mí. Más que nada siendo un zaguero”, contó quien lleva 14 tantos con la camiseta verde y roja de Boston River. Y con el que le hizo a Danubio en su debut en Primera División con Defensor Sporting, suma 15 conquistas.

“Si tuviera que elegir uno creo que me quedo con el del debut porque fue contra Danubio con toda la rivalidad tan fuerte que tiene Defensor con ellos. Se enfrentan desde juveniles y siempre está esa discusión sobre cuál de los dos es el tercer club del Uruguay".

Aunque también destacó el que le anotó con Boston River a Comerciantes Unidos por la Copa Sudamericana en junio de 2017. Fratta abrió el marcador a los 20’ de cabeza tras aprovechar un tiro libre de Pablo Cepellini. Luego, el equipo peruano empató de penal pero la victoria conseguida en casa por el equipo dirigido entonces por Alejandro Apud permito la clasificación a la siguiente fase.

“Fue muy importante porque jugábamos en los 3.200 metros de altura de Huancayo y nos dio la clasificación a la segunda fase. Más teniendo en cuenta que era la primera participación internacional del club”, afirmó el futbolista quien llegó a las juveniles violetas a los 15 años.

DESARRAIGO. Los primeros tiempos en Montevideo los pasó en una residencia que le consiguió su representante de entonces, y donde vivía mayoritariamente gente del interior. Pero a los siete u ocho meses su hermana Romina también se vino a la capital para estudiar y los ambos pasaron a vivir juntos.

“Los primeros tiempos en la residencia fueron muy complicados para mí. Extrañaba mucho. Lo que me salvaba era que los fines de semana me iba para Rocha. Estaba en Sub 16, pero terminaba el partido y me iba directo a Tres Cruces para volver a Rocha, aunque estuviera solo 24 horas allá con la familia. El primer año fue así”, recordó sobre sus viajes al pago que no queda nada cerca.

“Fue un cambio muy drástico para mí con sólo 15 años. Estaba acostumbrado a mi casa y a mi familia, me costó mucho. No digo que sea mejor ni peor pero era muy diferente y todo cambio lleva su tiempo. Varias veces pensé en dejar todo y volverme pero mi familia siempre me contuvo. Ellos nunca me dijeron lo que tenía que hacer, pero me apoyaron mucho. Yo levantaba el teléfono y al hablar con ellos ya no me sentía solo”, agregó quien siempre se traía alguna comida preparada por Mónica, su madre, para hacer más llevadera la vida capitalina. “Sobre todo el strogonoff de pollo que es lo que más me gusta de mamá”.

El desarraigo no lo hizo dejar los estudios, siguió cursando liceo en Montevideo. “Hice tres años completos acá, pero después más de grande empecé a titubear un poco y a ir dejando algunas materias para atrás. Me quedan unas materias para terminar el liceo, y pienso terminarlo para hacer agronomía o veterinaria. Me gusta mucho la naturaleza y el campo y quiero rumbear para esos lados. Además, el fútbol te da tiempo para estudiar. Siempre digo que aunque nací en Rocha soy mitad rochense y mitad de La Paloma donde tenemos una casita y siempre me gustó mucho ir porque es un lugar muy tranquilo para estar. Por eso me gusta decir que soy mitad y mitad”.

EL PRÉSTAMO. Generalmente, los futbolistas no se toman nada bien cuando los dan a préstamo. Sin embargo Fratta tiene una visión distinta del momento en que los violetas lo cedieron al club del barrio Bolívar en 2016. “Me hizo reflexionar mucho, y ser muy autocrítico conmigo mismo. No es que me haya dolido, le estoy muy agradecido a Eduardo Acevedo porque aunque nunca nos gusta que nos digan que no nos van a tener en cuenta, fue sincero conmigo y me habló de frente. Y eso se lo agradezco porque me dio la oportunidad de mostrarme en otro lado. Y gracias a Dios me ha ido bien”, dijo con madurez.

Había sido ascendido a la Primera División violeta en enero de 2015 por Mauricio Larriera. Con él jugó un partido amistoso pero no debutó oficialmente. Lo que hizo ya con Juan Tejera como entrenador.
Y no pudo haber tenido un mejor bautismo. Fue frente a Danubio en Jardines del Hipódromo y anotó un gol a los cuatro minutos de juego. “Fue increíble, algo impensado y ganamos 3 a 2”. Con Tejera en la dirección técnica disputó 13 partidos, tres por Copa Sudamericana y el resto por el Uruguayo. Con Acevedo jugó sólo tres encuentros hasta que a mediados del 2016 le comunicó que no lo iba a tener en cuenta y le dieron la posibilidad de ir a Boston River.

Boston
En Boston. El gol que le hizo a Comerciantes Unidos por la Sudamericana es de los  más importantes. 

Seis meses después, los del Sastre hicieron uno de la opción de compra y adquirieron su ficha. “Hoy estoy conforme con lo que he hecho en Boston, y le estoy muy agradecido al club por la posibilidad que me dio y me sigue dando de mostrarme, pero tengo aspiraciones de crecimiento”.

Fratta es uno de los futbolistas que vivió la singular experiencia de tener a Sebastián Abreu como compañero y luego como entrenador. “Es una situación especial, pero está buena porque al lado de Sebastián se aprende un montón. Siempre está bueno escuchar sus experiencias de vida. Con todo lo que ha pasado nos puede dejar grandes mensajes, que obviamente está en nosotros tomarlos o no”, explicó y agregó que el “Loco” no ha cambiado a pesar de su nueva función.

“Trata de ser lo más natural posible, aunque obviamente asumió un rol en el que tiene muchas cosas importantes a su cargo. Pero sigue haciendo chistes igual que siempre”.

TOCÓ SER PADRE. Guillermo es padre de Francesca, que cumplirá dos años en septiembre. La niña vive en Paso de los Toros con su madre, pero el zaguero es un padre muy presente en su vida. “Por suerte, cuento con la buena disposición de la madre y la veo siempre los fines de semana, ya sea en Rocha o en Montevideo. Nos turnamos, a veces la arriman ellos y otras la vamos a busca nosotros. Pero lo importante es que siempre estoy en contacto con ella. Ser padre fue algo que tocó y es una responsabilidad muy linda. Disfruto mucho cuando estoy con Francesca y cuando no, la llamo por video llamada para estar siempre en contacto. Hacemos muchas video llamadas”, relató.

francesa
Papito.  Con Francesca, su hijita que cumplirá dos años en septiembre. 

Que Micaela, su novia, se lleve muy bien con la niña y la quiera es muy importante para el zaguero. Oriunda de Castillos la conoció en Rocha. Llevan seis meses juntos y aunque comparten mucho tiempo aún no conviven a pesar de que ella está en Montevideo estudiando para ser partera.

En el salto que espera dar en su carrera, le gustaría pasar a un equipo grande. “Y si de aspirar se trata también quisiera llegar a jugar en Europa”.
A propósito de Europa, supo conocer Francia y Portugal cuando fue citado a la selección Sub 20 entre el torneo Sudamericano de la categoría y el Mundial del 2015. Pero al regresar de la gira con la celeste sufrió una lesión en el recto anterior y se perdió el Mundial de Nueva Zelanda.

Fanático de sus pagos, Guillermo pasó el encierro por la pandemia del coronavirus en Punta del Diablo, donde la familia de su novia tiene una casa. Rocha le va a quedar aún más lejos si le sale el pase a Europa.

el regreso

La vuelta a las prácticas y su hermano Mauricio

Boston River regresó a los entrenamientos el lunes pasado y aunque acostumbrase al protocolo sanitario que hay que cumplir a diario cuesta, Fratta está feliz de volver a las prácticas y del reencuentro con el grupo. “Estuvo muy lindo, es diferente, pero nos hemos ido adaptando. Se nos va a hacer un poco largo hasta el comienzo del torneo, pero haber vuelto a entrenar está muy bueno. Ojalá que sea el 1°, pero al menos ya no tenemos la incertidumbre de saber si el fútbol volvía a o no”, dijo el zaguero.
“No se si algo me costó, porque disfruté mucho el regreso y eso fue más importante. Es solo una metodología diferente a la que hay que acostumbrarse”, agregó quien va a las prácticas con Guillermo De Amores que lo pasa a buscar en su auto. Van ellos dos solos porque Mauricio, el hermano de Fratta, que también juega en Boston, se mudó cerca de Portones de Carrasco y ya no va con él.
Nunca habían jugado juntos porque cuando Guillermo se vino a las formativas violetas, Mauricio jugaba en San Carlos. Ya llevan dos años compartiendo plantel en Boston. “Todo se dio en forma natural y ya no hay bromas de los compañeros como al principio. Los dos somos muy autocríticos y siempre estamos corrigiéndonos para mejorar”, dijo sobre su hermano dos años menor.

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