Publicidad

La fórmula

Peñarol sorprendió con un planteo táctico diferente Aguirre movió piezas, le dio más velocidad y contundencia El aurinegro cambió la cara y da pelea en la Copa

Compartir esta noticia
 matias mier,juan manuel olivera 20110302 720x500

JOSÉ MASTANDREA

"Nosotros fuimos a jugar la final de la primer fase. De perder, yo consideraba que nos quedábamos afuera". Las palabras de Diego Aguirre después de la gran victoria de Peñarol frente Godoy Cruz pintaron de cuerpo entero la realidad aurinegra: no había otra chance que ganar.

Quizás (o sin quizás) ahí estuvo la clave para tanto cambio, para que el entrenador moviera las piezas de su equipo e hiciera funcionar a Peñarol de otra manera, mucho más veloz, mucho más efectiva, mucho más contundente que en su partido debut frente a Independiente de Avellaneda.

Aguirre se encerró en su laboratorio de Los Aromos y ahí pergeño la fórmula para jugarle a Godoy Cruz en Mendoza. No era tarea sencilla, claro. El conjunto mendocino llegaba con viento en la camiseta. Venía de golear a Boca en La Bombonera (4-1) y de igualar en Bahía Blanca ante Olimpo (3-3) con nueve suplentes y un arbitraje polémico que lo despojó de un triunfo.

Por eso el entrenador aurinegro tomó resguardos, pero plantó un equipo más ofensivo. Por lo menos, más explosivo de mitad de cancha hacia adelante y también más criterioso a la hora de defender y recuperar la pelota. "Precisábamos este triunfo para empezar a consolidar un nuevo proceso y una nueva etapa con la llegada de muchos jugadores", apuntó un Aguirre feliz por el éxito logrado en el estadio "Malvinas Argentinas de Mendoza".

Fue otro Peñarol. No sólo en su conformación sino en su entrega, en su actitud. Y todo nació en esa fórmula que creó Aguirre en Los Aromos: Matías Mier por el carril zurdo para abrir la cancha y generarle juego a Juan Manuel Olivera, un goleador de raza que respondió con creces en cada pelota que le llegó.

Esa fórmula Mier-Olivera fue clave para desestabilizar a la defensa mendocina. A ellos, se le sumó la velocidad de Alejandro Martinuccio, un jugador que terminó siendo gravitante en los últimos veinte minutos del partido por su velocidad en el contragolpe.

Aguirre plantó cuatro volantes bien definidos: Corujo por derecha, Freitas y Aguiar como doble cinco y por izquierda, el ya mencionado Mier.

Pero los cambios se generaron también en el fondo, con Alejandro González ocupando el lateral derecho, sin ambición ofensiva, pero mucho más apegado a la marca y la contención.

Contra Independiente el equipo no anduvo. Se perdió feo y había que cambiar la pisada en la Copa. "Tuvimos revancha inmediata. No por un mal partido significa que no te podés levantar. Estábamos dolidos porque la gente que nos respaldó, con toda esa ilusión yendo a Buenos Aires y no respondimos, esa es la verdad", apuntó el entrenador aurinegro.

Esta vez no alineó a Nicolás Domingo, a Jonathan Urretaviscaya ni al capitán Antonio Pacheco. No habían funcionado y Aguirre apeló a otra fórmula.

La defensa se hizo más fuerte, ganó en altura y en marca, el mediocampo tuvo mejor trato y más tenencia de pelota y pudo llegar al ataque por las bandas, una idea que siempre intentó plasmar Aguirre pero no había podido consolidarse en la cancha por el bajo rendimiento de alguno de sus hombres.

Peñarol ganó y sigue con vida en la Copa. Encontró la fórmula de la Libertadores. ¿Repetirá en el Torneo Clausura?

La AUSENCIA

SIN pacheco EN EL EQUIPO

Peñarol se acercó bastante al equipo que obtuvo el Campeonato Uruguayo pasado. Tuvo velocidad de mitad de cancha hacia adelante y contundencia cada vez que pisó el área. El gran ausente de la noche victoriosa en Mendoza fue el "Tony" Pacheco. Diego Aguirre apostó al argentino Alejandro Martinuccio para que conformara dupla con Olivera. Pacheco lo vio desde el banco. El fútbol del capitán aurinegro es otro, mucho más pausado, menos vertiginoso. Lo que quedó claro es que Peñarol es un equipo con él y otro sin él. Ni peor ni mejor.

01

Apenas 55 segundos, pase de Mier al corazón del área, pecho y recepción de Olivera y definición de zurda del artillero de Peñarol. Fue el primer encuentro de ambos.

12

Minutos y otra vez la fórmula de Aguirre en acción. Desborde de Mier por la izquierda, centro pasado y Olivera que no le puede entrar bien de primera. Pudo ser el 2-0.

41

Minutos de la etapa inicial y un nuevo encuentro Mier-Olivera. Esta vez, el lateral esperó al goleador y tiró el centro. Olivera, en palomita anotó el 2-1. Golazo.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad