Estaba bajo sospecha, incluso cuando había sido el diferente de Peñarol en las cuatro primeras fechas del Apertura y sus compañeros no lo entendían.
El hincha lo miraba con lupa y lo veía lejos del que prometía solucionar todos los problemas, aunque comprendía mejor que nadie este juego. Anoche en el Estadio desplegó sus mejores pases de magia y se transformó en el motor de los sueños de los aurinegros. Al ritmo de Forlán, los de Bengoechea empiezan a entender el camino a recorrer y los futboleros a disfrutar de uno de los mejores de la historia de la AUF.
A un toque | LUIS INZAURRALDE