Los grandes apuestan a dos hombres de peso para iniciar una nueva era

Comienza otra era en los equipos grandes. Los Aromos y Los Céspedes ya no son lo mismo. Sus grandes líderes, Antonio Pacheco y Álvaro Recoba, ya no están en los clubes en el día a día, y habrá que llenar ese vacío. Las caras visibles más importantes de Peñarol y Nacional cerraron sus ciclos, al menos, desde adentro de la cancha.

Por eso, ambas instituciones apuestan a dos hombres pesados: Diego Forlán y Sebastián Abreu. A sus 36 y 38 años, respectivamente, dos de los símbolos más importantes que ha tenido la selección uruguaya en esta última década, deberán ser los encargados de tomar la posta que dejaron "Tony" y el "Chino".

Sus antecedentes indican que tienen todo para hacerlo: el liderazgo, la personalidad, la capacidad técnica y principalmente la popularidad, el cariño de los hinchas, eso que solo le toca vivir a algunos privilegiados.

"Cachavacha" llegará a un plantel en el que deberá comenzar a transitar los días post "Tony".

De pique, Peñarol tendrá que buscar un capitán. Forlán, por peso, se cae de maduro que es el gran candidato aunque no sería sorpresa que la cinta la puedan llevar Marcelo Zalayeta o el propio Carlos Valdez.

En la vereda de enfrente, ocurre algo similar aunque recuperan a un líder que conoce cada rincón del club.

Abreu volvió el martes a Nacional, y como lo hizo en sus cuatro ciclos anteriores, con mucha naturalidad. Es de la casa y no necesita carta de presentación. Ahora sí tendrá su lugar, ese que llegó a buscar en enero de 2013, y podrá hacerlo como él quiere: en vigencia y desde adentro del campo.

Serán las caras marketineras de cada equipo, los hombres más buscados por la prensa y también los encargados de llevar la voz cantante dentro del grupo si el barco sufre alguna turbulencia.

En dos planteles que buscan y necesitan nutrirse de juveniles, serán los encargados de formarlos y mostrarles el camino.

Ambos generan más que el resto. Son personajes que trascienden lo futbolístico y que en la recta final de sus carreras, tomarán la posta que le dejaron los ídolos de cada club. Tienen todo para hacerlo.

Tras la salida de Pacheco surgen tres nombres para llevar la cinta. Forlán tiene el número 1, pero también están Zalayeta y Valdez.

Pese a que todos suponían que utilizaría la 10, Forlán le gustaría jugar con la número 4 en homenaje a la que utilizó su padre.

Cuando "Tony" se fue a Wanderers, nadie se animó a utilizarla. Mac Eachen fue anotado en la Copa con ese número. ¿Y ahora quién?

Tras la salida de Munúa, el brazalete busca dueño. El "Loco" ya fue capitán en Nacional y es candidato. También están Porras y Alonso.

Cuando se fue a Aucas, su amigo Jorge Fucile vistió la 13, su clásico número. Ahora volverá a ponerse el dorsal que más le gusta.

Con la salida de Recoba queda libre la camiseta número 20, esa que venía usando desde 2011. ¿Quién se anima a usarla ahora?

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