TORNEO APERTURA
El rosarino sacó a relucir todo su currículum y Peñarol ganó sin despeinarse.
Sin despeinarse, sin estresarse, Peñarol venció a Fénix y logró lo que más quería: ganar para afrontar con tranquilidad la semana más “caliente” del semestre.
El partido cambió a los 25 minutos, cuando el primer error defensivo del albivioleta (en una pelota que no logra rechazar correctamente Santiago Fosgt) dejó a Maximiliano Rodríguez de cara al gol. Muchísima ventaja para un futbolista del talento comprobado del argentino: 1-0 y a manejar el trámite. El aurinegro no bajó la intensidad y siguió buscando el arco de Darío Denis, que pese a recibir tres goles, fue uno de los puntos más altos de su equipo.
El complemento fue todo de Peñarol y sobre todo después de que Maximiliano Rodríguez puso el 2-0 con un cabezazo a los 61’. A partir de ese momento, Fénix se terminó de desinflar y el aurinegro resolvió el partido mucho más fácil de lo que había imaginado. Encima, a los 79’ y también de cabeza, apareció el “Cebolla” Rodríguez para bajarle la persiana al encuentro.
Le salió todo perfecto a Leonardo Ramos. Peñarol ganó, llegará al clásico dependiendo de sí mismo pase lo que pase esta tarde entre Nacional y Boston River y no perdió jugadores. No tuvo expulsados ni lesionados. Ahora podrá poner la cabeza en el choque del miércoles ante Libertad... y luego sí, en el del domingo contra Nacional.
Ayer los hinchas, desde la tribuna, dejaron claro el mensaje: hay que ganar los dos partidos.