Antes de jugar el clásico, y a ocho meses de su arribo, Inter de Porto Alegre despidió a Diego Aguirre.

El ciclo de Diego Vicente Aguirre en el Internacional de Porto Alegre terminó como comenzó: a los tropezones. Luego de renunciar antes de asumir en Peñarol, a fines del año pasado, la "Fiera" tomó un vuelo inesperado y se fue a dirigir al equipo "Colorado", donde había pasado en su etapa como jugador entre 1989 y 1990.

Todo arrancó con una sonrisa. El Inter ganó el Campeonato Gaúcho, justamente ante Gremio (tradicional rival), y Aguirre se anotaba en la historia más rica del club. Es que el entrenador, con ese título, conseguía un hecho histórico, ya que se transformaba en el cuarto DT extranjero campeón y el primero desde 1950.

Sin embargo, el Brasileirão lo puso en el ojo de la tormenta. Nunca pudo meterse definitivamente en la pelea del torneo más importante de aquel país y eso puso en duda más de una vez su continuidad en el cargo. Sin embargo, la buena campaña realizada en la Copa Libertadores sostuvo al uruguayo en la conducción del equipo.

Inter fue el equipo brasileño que llegó más lejos en el certamen continental. Alcanzó las semifinales, donde chocó con Tigres de México. En el encuentro de ida ganó 2 a 1 y alimentó la ilusión de sus hinchas de volver a estar en la definición del torneo. Sin embargo, en la vuelta, el equipo jugó uno de sus peores partidos y fue superado ampliamente por 3-1.

Tras la eliminación, en el torneo local empató sin goles ante Ponte Preta y Chapecoense y derrotó por mínima a Juventude. Así, sin la Copa y en mitad de tabla del Brasileirão a 14 puntos de Atlético Mineiro, los dirigentes decidieron cesarlo de su cargo justo a cuatro días del clásico con Gremio.

Diego Aguirre