PEÑAROL
Los jugadores carboneros desataron su algarabía en el campo de juego tras el penal decisivo que marró "Romario" Acuña.
La calidad individual que potenció el poderío colectivo se vio recompensado con un nuevo éxito para la rica historia de Peñarol. La noche se tiñó de amarillo y negro con una celebración bien efusiva.
Aunque el "Cebolla" Rodríguez lideró todo los festejos, no hubo ni uno solo de los jugadores que no viviera con intensidad el cierre de una jornada que les permitió coronarla como campeones uruguayos.