SUDAMERICANA

La modorra de la pretemporada pareció haberle pasado factura a Fénix en la primera media hora, pero se fue acomodando, terminó ganándole justificadamente a El Nacional 1-0 en su debut en la Copa Sudamericana, y hasta lo pudo hacer por mayor cantidad de goles.

Los ecuatorianos insinuaron en los primeros minutos, pero no tuvieron peso ofensivo. Apenas para señalar un remate desde lejos de Paredes que pareció gol, pero que se había ido afuera, pegando en el palo de atrás que sostiene la red del arco que da a la tribuna Walter u201cChifleu201d Barrios.

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Fénix empezó a controlar el partido, pero a pesar de tener un esquema ofensivo (3-3-1-3), recién a los 25u2019 tuvo la primera situación de gol. Y en el final de la primera parte el local estuvo muy cerca de abrir el marcador, primero con un desborde de Machado y remate sin arquero de Olivera, que sacaron en la línea, y posteriormente con un fuerte cabezazo de Pallas, que tapó muy bien el arquero Padilla.

Carrasco mandó a la cancha a Canobbio y Scorza para el complemento, sacó a Schetino y Machado, pasó a Ángel Rodríguez a la mitad de la cancha y a Argachá al fondo, como uno de los stopper.

Todas esas variantes provocaron que Fénix se tirara más arriba en el campo de juego y que a El Nacional le costara agarrar la pelota. Pero no quería entrar y los ecuatorianos intentaban hilvanar contragolpes, ya que tenían espacios.

Fénix protestó dos manos de jugadores de El Nacional en el área, pero el juez brasileño desestimó ambas.

En el juego por elevación, daba la sensación que Fénix encontraría el gol, porque ganaba con Coelho, Franco y Pallas. Finalmente el experimentado zaguero puso mediante esa vía el gol del triunfo y el que le permite mirar el medio vaso lleno: Fénix ganó y no le hicieron goles. Fue justo.

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Agustín Canobbio ingresó para jugar el segundo tiempo y terminó siendo uno de los mejores exponentes de Fénix en el partido por Copa Sudamericana que los albivioletas vencieron a El Nacional de Ecuador 1-0.

El exjugador de Peñarol, que llegó al club de Capurro en los últimos días del período de pases, se movió como volante externo, casi como un carrilero por izquierda, aunque en ocasiones se volcó más el medio y le dio un mayor volumen de juego al equipo.

Cuando recién había entrado, Canobbio estuvo cerca de anotar pero lo trabaron justo y quedó sentido. Pero siguió jugando y le aportó profundidad al equipo. Al final, visiblemente dolorido, terminó feliz.

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