EN CAPURRO

De penal Atenas consiguió la ventaja por medio de Fedrico Castellanos a los 75' y por la misma vía igualó para Fénix Maximiliano Pérez a los 83'. Pero Leo Fernández estaba en el banco del local y su entrada revolucionó el partido, para cerrar en el minuto 90 con un golazo al ángulo de afuera.

PRIMER TIEMPO:

Estuvo más cerca Fénix en la primera mitad, pero ninguno de los dos fue preciso a la hora de definir y lo pagaron con un empate sin goles en los primeros 45 minutos.

Apenas arrancado el partido, el local tuvo una pelota en el palo de Mathías Acuña que podría haber marcado la diferencia en apenas 5 minutos. Luego Maximiliano Cantera contó con un mano a mano mal resuelto, que fue entregado a las manos del arquero rival.

Más allá de eso las chances claras no estuvieron presentes en el Capurro, que aloja a los dos equipos con peor promedio en la Tabla del Descenso. Si ninguno de los dos consigue la victoria se condenan de forma casi definitiva.

SEGUNDO TIEMPO:

Un panqueque. Se dio vuelta lo que pasó en la primera mitad, con Fénix que había sido mejor bajó su nivel y Atenas mejoró y anotó, pero cuando la visita estaba arriba los de Capurro, en su peor momento, empataron y luego lo dieron vuelta.

Los dos primeros fueron de penal. El de los carolinos todo de Federico Castellanos, que pasado el cuarto de hora del complemento se fue de su marcador y fue claramente bajado en el área. Él mismo se hizo cargo y venció a Darío Denis para el 1-0.

Minutos después, en una acción discutible a Daniel Fedorczuk, el árbitro cobró penal y Maximiliano Pérez se hizo cargo. A menos de 10' para el final, el "10" puso el empate y dejó todo abierto para lo que iba a venir.

Cuando el reloj ya estaba marcando los 89 minutos con segundos, Leo Fernández, que había entrado a los 64' por Alex Silva con el partido sin goles, sacó un zapatazo de afuera del área que se metió en el ángulo superior izquierdo de Nahuel Suárez.

El Capurro era todo un festejo en blanco y violeta. El local lo revirtió, consiguió tres puntos que le dan aire para las últimas dos fechas y prácticamente condena a Atenas.

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