Antonio Pacheco, el último ídolo de Peñarol, contó las razones de su retiro y tomó distancia sobre su futuro en la institución aurinegra.

"Después que dejé el fútbol solo me llamaban periodistas". Antonio Pacheco prepara su partido despedida para el sábado 30 de julio. El último gran ídolo que tuvo Peñarol pasó prácticamente al olvido de un día para el otro. Se tomó un tiempo, prefirió no hablar, pero para muchos fue como si hubiera desaparecido.

"Consideraba que ya no podía ser útil para Peñarol y por eso me retire", confesó este martes en declaraciones al programa Último al Arco (Sport 890), donde también contó que acertó cuando le tocó salir de la institución y jugar en Wanderers. "Viví con mucho orgullo haber jugado en Wanderers y lo respeto mucho. Tomé una decisión acertada en su momento".

El reclamo de su regreso por parte de los hinchas carboneros y sus buenas actuaciones en el bohemio lo condujeron de retorno a Los Aromos, pero en su primer partido del Uruguayo, ante Fénix, se fracturó. "Después de la fractura sentía mucho dolor en invierno. Nunca lo dije, pero entrenaba dolorido", explicó. Eso, sin embargo, no le impidió ser héroe con sus tres goles (3-0) en las finales de esa misma temporada (2012-2013) ante Defensor Sporting.

"Tony" reveló que "no extraño nada del fútbol, solo el contacto con la gente", esa que tanto lo mimó durante su carrera.

¿Cuál será el futuro de Pacheco? Su amigo Álvaro Recoba ya anunció su voluntad de ser dirigente de Nacional. ¿Él lo será de Peñarol? Por ahora no parece. "No sé si estoy preparado para ser dirigente de Peñarol. Yo solo me preparo para ser mejor persona".

FÚTBOL