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El exgoleador Aldo Díaz dijo adiós a lo grande

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Despedida

TACUAREMBÓ

El artillero de Tacuarembó tuvo una inolvidable despedida en el estadio Goyenola rodeado de amigos y fiel a su estilo, anotó tres goles.

Aldo Díaz, el goleador histórico de Tacuarembó, vivió el sábado una jornada inolvidable. Dos años después de retirarse del club con 42 años, tuvo su partido despedida en el estadio Goyenola. Fue el homenaje del pueblo tacuaremboense al hombre que más le hizo disfrutar y más goles le hizo gritar.

Si bien el partido contó con el apoyo de la Intendencia de Tacuarembó y del Municipio de Paso de los Toros y su alcaldía, fue organizado por un grupo de hinchas encabezados por Juan Costa y Fabián Liendo. “Estoy loco de la vida. No sabés lo que fue. Algo impagable para mí el cariño que me brindó el pueblo. Porque no fue el club, fue el pueblo, la ciudad. Y eso me deja tranquilo porque quiere decir que el trabajo lo hice bien. Porque por algo me reconoce la gente”, dijo aún emocionado quien convirtió 150 goles sólo con Tacuarembó y más de 400 en toda su carrera. Una cantidad impresionante, más teniendo en cuenta que nunca jugó en un cuadro grande. Y anotar siempre es más difícil en los equipos más humildes.

Entre tantas conquistas, se queda con una muy especial para él: un gol que tuvo valor de título. “Hay varios, pero el que siempre miro y me emociono es el que le hice a Atenas en la final cuando salimos campeones. En el Goyenola y con 10.000 personas en las tribunas. Fue algo que yo ya había soñado, como que lo hubiera vivido. Se la punteo por arriba al arquero que salió, casi cayéndome. Fue una locura para gente, porque salimos campeones. Ese gol me identifica porque yo soy hincha de Tacuarembó y darle esa alegría a la gente fue impresionante para mí”, contó quien fue el máximo artillero del Campeonato Uruguayo en la temporada 2006-2007 y en dos oportunidades terminó como goleador de la B. Y se despidió como vivió: con tres goles. Uno de penal y dos cabezazos.

Los pequeños le dieron la gran sorpresa

"Me gusta transmitir valores"

Los pequeños de la escuelita y el merendero Aldo Díaz de Paso de los Toros aparecieron en el estadio Goyenola sin que él lo supiera y le dieron al exgoleador la gran sorpresa de la noche.
Aldo ya está autorizado a dirigir juveniles. “Me gusta transmitir valores y explicar lo que es ser un jugador profesional. Y formarlos como personas y también para que puedan desarrollarse en el fútbol”, explicó.

Pequeños

En la despedida del Mensajero del Gol se enfrentaron dos equipos integrados por sus amigos y excompañeros. Muchos de los que salieron campeones de Segunda con Tacuarembó en el 2014. Tampoco faltaron sus amigos de la infancia, de Paso de los Toros y de San Gregorio. Y estuvo Gabriel Cedrés.

“Son las vueltas que tiene el fútbol. Yo de chico era fanático de Peñarol y el jugador que más admiraba era a Cedrés por lo que jugaba y por lo que transmitía. Ya luego, siendo jugador profesional con Tacuarembó, enfrentamos a Peñarol y le hice un gol. Pero también le pude pedir la camiseta a Cedrés. La tengo guardada esa 18, te imaginarás”.

con Gaby

Y el Gabi no le falló. “Es un crack. Me llamó él para agradecerme por haberlo invitado, por haberme acordado de él. Y se emocionó cuando al final me entregaron una plaqueta”.

Hoy Aldo está al frente de un escuelita de fútbol que lleva su nombre en Paso de los Toros y de un merendero. Se está preparando para ser entrenador. Le falta la licencia Pro, la A, pero sabe que algún día dirigirá Tacuarembó. La gente así se lo pide. “Cuando uno anda por el buen camino, las cosas vienen solas”, afirmó.

familia

Sus amores lo acompañaron

Como no podía ser de otra manera, el exartillero del equipo rojo estuvo acompañado por sus amores. Sus tres hijos, Guadalupe, Juan Ignacio y el pequeño Lorenzo y su esposa Anahí.

La flia

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