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Europa: cuando las luces engañan

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Matías Pérez jugando para el Omonia Nicosia de Chipre.

El sueño de jugar en el "Viejo continente" no siempre sale como se espera. Matías Pérez llegó a Chipre y no tuvo la campaña que esperaba.

Los futbolistas uruguayos sueñan con irse a jugar a Europa. Matías Pérez, ex Peñarol, Danubio y Juventud de Las Piedras, no fue la excepción. Pero el sueño europeo no siempre resulta como se esperaba. El lateral lleva cuatro meses sin jugar en el Omonia Nicosia de Chipre. Recién pudo rescindir su contrato de dos años, pero como él dice: "todo sirve como aprendizaje".

Matías viajó a Chipre apenas terminó el Clausura pasado, torneo en el que defendió a Juventud de Las Piedras. "Había un interés muy grande y bastante urgente de que me fuera porque Omonia tenía que jugar la pre UEFA. No esperé ninguna otra opción y viajé enseguida. Ya había tenido alguna posibilidad de Europa, pero por una cosa u otra, malas decisiones de joven o por hacerle caso a algún representante, no me vine. Y esta oportunidad parecía muy buena, rápida y concreta. Entonces sin analizar mucho el país ni averiguar mucho, tomé la decisión de venirme. Jugar una Pre UEFA me seducía bastante", contó el lateral desde su casa en Nicosia, la capital de Chipre.

El lateral encontró un país hermoso, donde siempre es verano. Y como buena excolonia británica, está muy organizado. Pero en lo futbolístico las cosas no resultaron. "Aquí el fútbol es bastante amateur y con mucha corrupción, lo fui descubriendo con el correr de los meses", relató quien arrancó muy bien.

Entró en un partido en el que su equipo perdía 3-1 y terminó ganando 5 a 3. Hizo muy buenas jugadas y se ganó los elogios del periodismo y la hinchada.

Pero dos partidos más tarde, el entrenador trajo dos laterales izquierdos más. Y esa misma semana le comunicaron que iba a quedar relegado de la lista de habilitados para jugar. "Me sorprendió mucho lo que pasó porque era 31 de agosto y se terminaba el período de pases. Me enteré que se estila mucho traer jugadores, y al poco tiempo sacarlos y traer otros. Como que estuviéramos en una góndola de un supermercado. Algo a lo que los uruguayos no estamos acostumbrados. Y que el técnico le había pedido dinero a los empresarios que me trajeron y como no se lo dieron, no pude jugar más. Y no me dejaron entrenar más con el equipo tampoco. Por esas cosas es que digo que acá todo es muy corrupto y bastante amateur", se lamentó.

"Es más, hay algunos equipos, donde se le descuenta a los futbolistas si no ganan los partidos. Hay muchas apuestas y muchos arreglos", agregó.

En ese momento el capitán del equipo era el portugués Nuno Assis, que hizo todo lo posible para que reintegraran al uruguayo a la plantilla, pero fue inútil. "La gente me apoyaba e incluso se hicieron manifestaciones para que se fuera el presidente, pero creo fue contraproducente para mí porque quedé en el medio. Y en los diarios se hizo una campaña para que volviera porque yo nunca dejé de ir a ver a mis compañeros en todos los partidos. Este es un país chico donde las redes sociales y las páginas tienen mucha importancia. Y todo eso estuvo a favor mío".

Matías lleva meses entrenando solo, pero no se da por vencido. Aprovechó el tiempo para estudiar inglés porque se dio cuenta que era algo que tenía en el debe. "Saco fuerzas del amor que tengo por el fútbol para entrenar solo y porque sé que esto continua. Pienso mucho en el futuro", explicó.

"Muchas veces me reproché por no haber seguido estudiando y por no haber estudiado idiomas. Y me di cuenta lo necesario que era saber inglés cuando llegué a un vestuario donde había 15 nacionalidades distintas, ocho idiomas diferentes y lo que se hablaba era inglés. Y yo no podía comunicarme. Eso también me marginó".

De todos modos rescata cosas positivas. "Siempre se aprende. Conocí mucha gente, otra cultura y eso me abrió mucho la cabeza". Según cree el fútbol de Chipre no progresa porque no se forman grupos humanos. "En Uruguay los jugadores de un equipo son familia, acá no. En cada equipo hay dos chipriotas y los demás son todos extranjeros, con diferentes costumbres, idiomas y religiones. Así es difícil que puedan triunfar. Y se lo dije a los dirigentes".

Matías sigue en Chipre porque espera concretar algo por la zona. También lo han contactado de Uruguay, Argentina y Chile, los países donde ha jugado. Pero no quiere volver a tomar decisiones apresuradas, como la que lo llevó a Chipre. "Esto me enseñó a no ser tan confiado. Hay que investigar un poco más antes de salir de Uruguay", admitió al final.

¿Europeos?

"Chipre está entre Asia, África y Europa. Compite en las ligas europeas, con Manchester United, Barcelona y Real Madrid, pero en muchos aspectos no son muy profesionales, no parecen europeos sino asiáticos o africanos", dijo Matías.

Sus equipos.

Defendió ochocamisetas: Peñarol, Danubio (en tres diferentes pasajes), Arsenal de Sarandí de Argentina, Santiago Wanderers de Chile, Universidad Católica de Chile, Quilmes de Argentina, Juventud de Las Piedras y Omonia de Chipre.

Una extraña historia de amor.

Matías Pérez en un paseo junto a su novia.
Matías Pérez en un paseo junto a su novia.

Matías y Tatiana se conocieron hace un año atrás, cuando ella le fue a comprar un vestido a la hermana del futbolista en Montevideo. Lo increíble es que ambos son de Soriano. Él es de Cardona y ella de José Enrique Rodó el pueblo compartido por Soriano y Colonia. Vivían a 30 kilómetros y seguramente se cruzaron muchas veces sin verse. Y las madres de los dos son ahijadas de la misma señora.

Maruja, la señora en cuestión, que es tía abuela de la mamá de Matías, tenía en su mesita de luz dos fotos de dos bebés: una era de Matías y la otra de Tatiana cuando eran pequeños. Pero ellos se conocieron 28 años después y se enamoraron. "Fue un flechazo", reconoció el futbolista, quien hoy está acompañado por su novia en Chipre.

Juntos recorrieron algunos lugares de Europa, como Atenas, Roma y Venecia, donde los enamorados cumplieron con el clásico paseo en góndola.

Aunque aún no sabe cuál será su futuro, si tiene que regresar a Uruguay antes irá a visitar El Cairo y Jerusalén, porque sabe que seguramente no volverá a tener la oportunidad de visitar esos lugares. "Porque no todo es fútbol", afirmó el lateral.

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Matías Pérez jugando para el Omonia Nicosia de Chipre.

HistoriasSILVIA PÉREZ

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