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Esteban Conde completa su aprendizaje en Atenas

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conde

EN SAN CARLOS

"Coco" encontró en San Carlos lo que buscaba tras su espectacular pero desgastante pasaje por Nacional. "He disfrutado mi carrera. Hubo momentos buenos y malos, pero aprendí a valorarlos todos".

Esteban Conde terminó su contrato con Banfield el 30 de junio pasado, en plena pandemia. Su experiencia en el Taladro no fue la que esperaba y tenía ganas de regresar a Uruguay. De este lado del río ya se habían disputado las tres primeras fechas del Apertura y obviamente, los planteles estaban armados. En ese momento recibió la llamada de Sebastián Eguren para comentarle sobre el nuevo proyecto de Atenas de San Carlos, gerenciado ahora por el grupo Pachuca mexicano.

“Es un proyecto a largo plazo y querían tener algunos referentes desde el inicio. Yo necesitaba bajar a tierra. Venía de la etapa final en Nacional donde no me fue bien y la de Banfield tampoco fue buena. Surgió esto y lo vi con muy buenos ojos. El campeonato de Segunda es de cinco meses y hay un ascenso que es lo que busca Atenas, que tiene planes muy lindos en caso de subir. Esto es como sentar las bases”, explicó el “Coco”.

No fue la primera vez que Atenas se interesó por Conde. Antes de recibir el llamado de Eguren, gerente deportivo del club de San Carlos, lo había contactado el “Mago” Capria quien cumplía esa función en el gerenciamiento anterior que finalmente no prosperó.

Conde

“Encontré la tranquilidad que esperaba, por más que el club aún está un poco alborotado por los cambios que se dieron. Ante el cambio de gerenciamiento se fueron varios jugadores a poco de comenzar el torneo. Y llegamos unos cuantos. Recién se está formando el grupo humano, del que tanto hablamos, en sus cimientos. Se están sentando las bases para crecer. Es un club muy familiar, muy lindo, muy tranquilo. Y eso es lo que yo buscaba. Quería disfrutar de jugar, del día a día. Hubo varios componentes que me trajeron para acá”, explicó el arquero cuyo contrato es por la duración del torneo, pero no descarta quedarse.

“Hoy apuntamos al ascenso, a darle forma a este proyecto y probablemente seguir ligado. Depende de muchas circunstancias: el ascender es una. Eso pienso hoy pero no me cierro a nada porque incluso uno puede tener un parecer y después cambiarlo. Es parte de la naturaleza humana. De hecho yo me fui a Banfield con muchas expectativas y la cosa no resultó tan bien”.

Conde
Conde se exige preparándose para logar el ascenso con Atenas. Foto: Ricardo Figueredo.

RESPETO. Para los futbolistas de Atenas contar con un futbolista como Conde, con varios títulos sobre sus hombros, resultó extraño al principio. “Les llamaba la atención sí, al principio noté hasta un respeto desmedido, sobre todo de parte de los más jóvenes. Traté de tirarlo por tierra lo más rápido posible. Para que entendieran que llegué para aportar como cualquiera de ellos. Me interesaba que asumieran que soy uno más, pero el hecho de haber tenido un pasaje bastante prolongado por un equipo grande, genera todo eso. Es normal y lo asumo porque sé la importancia que tiene haber vestido el escudo de Nacional”.

Arqueros
Arqueros, Conde junto al resto de los guardametas de Atenas y su entrenador Anthony Herrera. 

TRAYECTORIA. Al mirar sobre su hombro valora por igual todo lo vivido. “Cada experiencia me ha marcado, pero el hecho de haber jugado en Nacional fue cumplir el sueño de gurí chico. Es inevitable para mí marcar esa importancia. Está muy bueno cuando se cumple lo que uno soñó de niño. Pero todo me marcó”, insistió y repasó sus distintas etapas.

“El paso de llegar del interior para Rentistas fue muy importante, como lograr el ascenso y meternos en una Liguilla PreLibertadores. Conseguir un título con Danubio y todo lo vivido allí fue clave para mi carrera. Fui convocado a la selección en esa etapa en el inicio de la era Tabárez. El primer pase al exterior, a la U de Chile, la experiencia de un equipo grande. Madurar como futbolista y persona en Chile. Y desarrollarme luego en Atlético Rafaela, lo que me permitió llegar a Nacional y volver, ya más grade a ser convocado a la selección. Mi carrera ha sido muy linda y la he disfrutado. Hubo momentos espectaculares y otros malos, pero he aprendido a darle valor a todos. Porque los malos me hicieron crecer de manera impresionante. Después de pasar los duelos, encontrás escondido el real significado de cada situación. Hay que estar atento porque siempre hay un aprendizaje”, afirmó con madurez.

EL ADIÓS. Tras defender el arco de Nacional durante tres años y medio, en junio del año pasado, Conde, que era el capitán tricolor, rescindió su contrato y se fue a Banfiled consciente de que no jugaría la segunda parte del año. Esa salida no le dejó heridas. “Fue una experiencia tan espectacular mientras duró que no me reclamo nada. Cuando llegó el momento de irse porque así lo presentó el fútbol, estuvo bien. Llegué a Nacional para jugar un año y me quedé cuatro. Me puedo sentir muy satisfecho. Fuimos campeones uruguayos y jugamos una Copa Libertadores espectacular, siendo competitivos a nivel internacional, más allá de no haber logrado el título. Sentirte competitivo frente a potencias del fútbol sudamericano fue impresionante. Teníamos al ‘Cacho’ Blanco en la vuelta y nos dimos cuenta que era una persona como nosotros y había logrado cosas importantísimas en el club. Nos preguntamos por qué nosotros no y comenzamos a soñar. Cuando empieza una Copa en Uruguay siempre te dicen que es imposible. Nosotros quisimos romper con eso y lo conseguimos al jugar de igual a igual con cualquiera”, relató.

Esteban Conde al ganar la Supercopa Uruguaya 2019 con Nacional en el clásico
Celebrando la Supercopa, uno de los título que consiguió con Nacional. Foto: Gerardo Pérez

Salir de Nacional también le dejó un aprendizaje. Se dio cuenta que había cargado con varias mochilas que lo habían desgastado. “A nivel futbolistico porque ser el capitán de Nacional es una carga que uno lleva con mucho orgullo, pero desgasta. Además de toda la movida de la Mutual y el Más Unidos que Nunca. Y en el cuerpo se sintió. Fue una etapa muy movida de mi carrera, que eligiría muchas veces más, pero generó que hoy necesite esta tranquilidad que encontré en Atenas”.

EL TÉCNICO. El arquero vive en Punta del Este en un apartamento alto, a una cuadra de la rambla y con vista al puertito. Mejor imposible. Pero regresa varios días, los primeros de la semana, a su casa de El Pinar porque está haciendo el curso de entrenador. Ya tiene aprobadas las licencias B y C y está cursando la A. Sólo le falta la Pro para quedar habilitado a entrenar Primera División, que es su objetivo. “No es que siempre tuviera claro que quería ser entrenador, fue algo que me empezó a interesar hace un tiempo a esta parte. Cuando uno es más grande se empieza a plantear qué va a hacer post carrera de futbolista profesional y entra en ese terreno de ser técnico. Al que le gusta, porque hay jugadores que cuando dejan no quieren nada con el fútbol. Hay de todo. Hoy hay otros rubros que se han abierto y dan posibilidades. Mismo la gerencia deportiva que se está viendo cada vez más, o la de entrenador de arqueros. Ser técnico es a lo que apunto y quiero prepararme bien para hacerlo”.

Y vaya si lo está haciendo. Realiza otros cursos relacionados al manejo del grupo y la comunicación con las personas. Y de programación neuro lingüística. “Hoy todo eso es preponderante. Creo que ahí se marca la gran diferencia, en el manejo del grupo y su gestión. Porque táctica y técnicamente hay mucho material para instruirse, pero después en el día a día hay muchas idas y vueltas con los jugadores”.

Tiene claro que son muchos los técnicos recibidos que no tienen la posibilidad de ejercer. “A nivel profesional no hay tantos cupos”. Y reconoció que dirigir a nivel profesional es lo que más le seduce. “Pero sin cerrar las puertas porque hay que ir probando y haciendo camino al andar. Ver si resulta lo que uno esperaba o no. Y estar dispuesto a cambiar. Estoy abierto a lo que se presente pero apuntando a dirigir en Primera División”. Recién está armando su perfil como entrenador y revisando lo que le gustó de los técnicos que tuvo. “Todavía es muy temprano para definirme, pero tengo una idea de cómo pretendo que jueguen mis equipos y también de cómo dirigirme al jugador”.

Pero para el Conde entrenador todavía falta. Ahora su objetivo es conseguir el ascenso con Atenas de San Carlos. El equipo donde encontró lo que necesitaba.

amor

Van 17 años del flechazo con Patricia

Conde está con su esposa hace 17 años. Ella es amiga de su excuñada y la madrina de su primer sobrino. “La conocí en una de sus visitas a Young y fue flechazo. Hubo una mirada que fue muy linda y recordamos siempre. Pero le di un poco de trabajo porque era muy chico”. Ella hace masajes terapéuticos y estéticos con diferentes técnicas. “Hay que sabe elegir, je”, bromeó el arquero.

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