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Los espejos...

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Óscar Washington Tabárez adelante, Walter Ferreira en un segundo plano. Foto: archivo El País.

Uruguay lidera la Eliminatoria y lo hizo tras varios partidos sin sus figuras principales. Tabárez y los sustitutos disimularon las ausencias y llevaron a lo más alto de la tabla a la Celeste.

La Copa América, más allá del sabor amargo de la eliminación ante Chile, dejó dudas respecto a lo que podía pasar en el inicio de las Eliminatorias. El fixture marcaba Bolivia en La Paz, ya en el arranque, y después Colombia en Montevideo. Los dos partidos sin Luis Suárez y Edinson Cavani, los delanteros titulares, ni Arévalo Ríos, lesionado.

Con el recambio generacional en pleno proceso, Tabárez y sus colaboradores, empezaron a mostrar su trabajo, ese trabajo silencioso de observar y seguir a cada uno de los futbolistas uruguayos que actúan en el medio y en el exterior.

La Eliminatoria empezaba sin Lugano, Forlán, Abreu, el "Ruso" Pérez, Scotti y Eguren, referentes por excelencia, hombres de experiencia y de manejo de grupo.

"El paso del tiempo afecta a los jugadores, algunos no están jugando, algunos no tienen equipo. Desde el punto de vista personal afecta. Algunos están en esa situación que se le presenta al jugador cuando llega a determinado punto de su trayectoria. Pero no es una sensación de pena. Todas esas personas son muy inteligentes, saben que el tiempo pasa", tiró el maestro Tabárez en una de las tantas conferencias, previo al inicio de la Eliminatoria, y apuntando a los que ya no estaban (ni estarían) en la selección.

El camino es largo, el trajín es mucho, y la Celeste necesitaba de una inyección renovadora en su plantel, pero también jugadores capacitados para suplir a las principales figuras.

Y Uruguay empezó a soñar. A pensar que se podía y a jugar como equipo. A unir fuerzas ante la adversidad.

Se logró un triunfo histórico en La Paz y después se sacó una victoria clave ante Colombia, sin los máximos artilleros.

Abel Hernández, Rolan y Stuani, cargaron con esa mochila y no sintieron el peso.

La segunda etapa marcaba Ecuador en Quito y Chile en el Centenario.

Y otra vez ganó el equipo. Y más que el equipo, el plantel. Volvió Cavani, pero no se contó con "Josema" Giménez, lesionado, y Suárez seguía contando los días para su regreso.

Fue derrota 1-2 ante Ecuador (gol de Cavani) y goleada ante Chile en el Centenario 3-0. Fue el fin de la era Sampaoli y con Suárez en las gateras, sin poder jugar. Hasta que llegó la quinta fecha, ante Brasil y en Recife. No podía haber sido mejor por el regreso del goleador, pero los días previos fueron terribles en cuanto a las bajas: Maxi Pereira, suspendido, y Diego Godín, José María Giménez, Martín Cáceres, y Emiliano Velázquez, lesionados.

Ahí, en ese momento crítico, aparecieron Victorino, Coates, Fucile, y Vecino... Fue 2-2 con sabor a hazaña.

Días después, ante Perú y en Montevideo, Uruguay repitió la fórmula y ganó 1-0.

Con bajas, con ausencias, la Celeste salió adelante. Es parte del proceso, un proceso que tiene "Espejos", que marca un rumbo y no lo cambia, juegue quien juegue.

Tabárez, con lápiz y papel y sin darle bola al clamor popular.

El seguimiento que hace el cuerpo técnico ha dado sus frutos. Tabárez, Celso Otero y Rebollo han dado muestras más que suficientes que no "se casan" con nadie y que ésta es una selección abierta más allá de lo que algunos puedan pensar. A lo largo de este proceso hubo decenas de ejemplos. Y en este último período, llegaron varios futbolistas a la mayor como debutantes absolutos. Martín Campaña, Mathías Corujo, Diego Laxalt, Carlos Sánchez, Camilo Mayada, Giorgian De Arrascaeta, Bryan Lozano, Michael Santos, Diego Rolan, Jonathan Rodríguez, Nahitan Nandez y Mathías Vecino fueron citados por el maestro para defender a la Celeste.

Pero no sólo surgieron nuevos nombres, hubo muchos regresos, como los de Emiliano Velázquez, Mathías Aguirregaray, Alejandro Silva, Sebastián Coates y Mauricio Victorino, entre otros.

Hubo reservas que después no se concretaron, pero estuvieron "en la mira" del cuerpo técnico Gonzalo Castro y Mauricio Pereyra, confirmando la capacidad de los entrenadores en ese pormenorizado seguimiento de los futbolistas uruguayos que actúan en el exterior.

"Esto es un conglomerado de cosas que hay que analizarlas para tomar las decisiones. Hay que escuchar mucho, utilizar bastante papel y lápiz, romperlo y volverlo a escribir", dijo el propio Tabárez cuando se refirió a los momentos por los que atravesó la selección, por las nominaciones y por los resultados que se dieron, que no siempre fueron los esperados.

"Nosotros no le damos bola al clamor popular, pero hay muchos nombres que de los que se habla, que están en nuestra lista", explicó hace un mes el maestro. Y esos nombres, salieron a luz.

Abel Hernández X Suárez.

Octubre de 2015. Triunfo histórico en la altura de La Paz. Abel jugó por Suárez y rindió. Luego ingresó Rolan (61).

Stuani X Edinson Cavani.

Christian Stuani jugó de Cavani. Y respondió notablemente en La Paz. Sin los goleadores, flor de triunfo.

Coates X Diego Godín.

Panorama complicado ante Brasil. Sin el capitán. Pero Sebastián Coates se paró firme y suplió al defensa del Aleti.

Victorino X "Josema".

Regresó a la Celeste en parada difícil. Y mostró su clase. Fue el sustituto de Giménez ante Brasil y Perú. Muy bien.

Fucile X Maxi Pereira.

Suspendido, había que suplir al "Mono" ante Brasil. Fucile lo hizo y demostró su vigencia. Otro acierto de Tabárez.

"Palito" X Martín Cáceres.

Le tocó bailar con la más fea ante Brasil. Pero "Palito" no baja los brazos. Fue de los que levantó. Polifuncional.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Óscar Washington Tabárez adelante, Walter Ferreira en un segundo plano. Foto: archivo El País.

SELECCIÓNJOSÉ MASTANDREA

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