Algunos fallos propios y otros ajenos influyeron en el resultado para el bohemio.
Imaginate si...”, suelen comenzar algunos lamentos de hinchas tras un partido y analizan cómo hubieran influido algunas jugadas con otro desenlace. Wanderers, ante Universitario, no zafó de este análisis y hubo algunos fallos que pudieron haber cambiado el desarrollo.
El primero fue la chance fallada por Manuel Castro a poco de comenzado el partido. El delantero, mano a mano con el arquero, definió pero su rival ganó y atajó el remate. El bohemio había comenzado con gran ritmo y este tanto, con el partido ya 1-0, podría haber encaminado el juego y la serie.
El penal fue otro fallo que perjudicó a Wanderers. Barboza saltó con los brazos en alto y la pelota pegó en su pecho, pero el árbitro cobró penal. La forma de saltar no fue la ideal y el juez no estuvo fino en la decisión que determinó el 2-1 en contra.
De Arruabarrena firmó un buen partido, aunque tuvo una floja reacción en el tercer tanto tras un débil remate cruzado. El primero, un centro cerrado, fue una pelota complicada que no pudo resolver. Igualmente el arquero tuvo varias atajadas y salvó el arco bohemio, inclusó a pocos minutos del final ante un remate a quemarropa.
WANDERERS