El local va a llegar con 48 horas de ventaja.

La cena en una parrilla argentina en cada ciudad que visita, la barba de Lionel Messi, detalles en el hotel, todo va viento en popa para la selección argentina en la Copa América Centenario y los ritos no se cambian para que todo siga así.

El deseo de conquistar por decimaquinta vez el máximo título continental está intacto, pero para seguir en carrera Argentina deberá vencer a Estados Unidos, mañana desde las 22:00.

Y esta selección estadounidense es una especie de muro, como el que quiere construir Donald Trump, para los argentinos y su meta de alcanzar el sueño en suelo americano.

"No les tenemos miedo en absoluto", expresó el técnico de la selección estadounidense Jürgen Klinsmann. Además agregó: "Estamos listos para morder, pelear, perseguirlos, estar sobre ellos; si repetimos eso y sumamos un poco más, será divertido".

El alemán nunca perdió ante Argentina como entrenador, ya que empató los tres partidos disputados.

Además de esa estadística, otro ladrillo en esa pared americana es el descanso: los locales tendrán 48 horas más de descanso ya que la albiceleste jugó el sábado de noche y viajó a Houston el domingo.

El único problema a solucionar en el equipo de Gerardo Martino será Nicolás Gaitán, que está suspendido por acumulación de amarillas.

Argentina quiere la 15, pero deberá sortear a Estados Unidos, que en casa desea lograr su primera Copa América.

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