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El duelo de la final entre Godín y el zaguero del Marsella

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Diego Simeone y Diego Godín en el entrenamiento del Atlético. Foto: EFE
GRAF3494. MAJADAHONDA (MADRID), 17/02/2018.- El entrenador del Atlético de Madrid, el argentino Diego Pablo Simeone (i), junto al defensa uruguayo Diego Godín (d), durante el entrenamiento realizado esta mañana en la Ciudad Deportiva Wanda de Majadahonda para preparar el partido de Liga de mañana frente al Athletic. EFE/Ballesteros
BALLESTEROS/EFE

UEFA EUROPA LEAGUE

Ambos son referentes en sus equipos por personalidad y ejemplo a seguir. Este miércoles tienen un enfrentamiento especial.

Ambos responden a un estilo similar: Diego Godín y Adil Rami encarnan a la perfección el hambre de victoria de Atlético de Madrid y Marsella, rivales el miércoles en la final de la Europa League. El primero con una abnegación que le ha hecho perder tres dientes este curso durante un partido y el otro sin perder su gran sonrisa.

El uruguayo y el francés se conocen bien, principalmente por haberse enfrentado cuando Rami jugaba en la Liga española, primero en el Valencia (2011-2013) y luego en el Sevilla (2015-2017).

Los dos tienen en común contar con una Europa League en su palmarés, conquistada en el caso de Godín con el Atlético en 2012 y en el de Rami con el Sevilla en 2016.

Pero los parecidos no terminan ahí: son sobradamente conocidas sus dotes de mando en la defensa y la confianza que depositan en ambos sus respectivos entrenadores para liderar el juego defensivo.

El "Cholo" quiere "clonar" a Godín.

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En el Atlético, Godín es indispensable hasta el punto de que el entrenador Diego Simeone decía el pasado año que quería "clonarlo".

"Godín es especial, es uno de los jugadores más importantes del club", explicó Simeone sobre su defensa central. "Si hay un jugador al que no dejaría irse, es él", aseveró.

Aunque el sábado concedió un penal ante el Getafe, finalmente detenido por su arquero (victoria del Atlético 1-0), Godín es un defensa batallador y eficaz. A imagen de la defensa del Atlético, la mejor de la Liga esta temporada.

"Si va bien, el equipo va bien", dice sobre él Germán 'Mono' Burgos, el adjunto de Simeone.

Godín, por supuesto, predica con el ejemplo y siente en sus carnes esa pasión que pone en cada partido, como ese amplio corte en el mentón sufrido esta temporada en un partido de la Europa League. O esos tres dientes que perdió contra el Valencia en febrero, que le hicieron tener que someterse a una operación de reconstrucción facial.

La hinchada 'colchonera' le adora, sus compañeros ven en él un modelo y un gran hermano. El defensa, segundo capitán del plantel, ha tomado bajo su protección al atacante Antoine Griezmann, al que ha aficionado al mate y ha familiarizado con la cultura uruguaya.

"Me siento identificado con este club porque es mi casa", resumió Godín.

Su llegada en 2010 procedente del Villarreal coincidió con la edad de oro del Atlético. Sus goles en jugadas a balón parado, su especialidad, llegan a menudo en ocasiones importantes: su tanto de cabeza en el Camp Nou (1-1) dio la Liga española al Atlético en un partido decisivo en 2014 y también abrió el marcador en la final de la Liga de Campeones de 2014 contra el Real Madrid (derrota de su equipo 4-1 tras la prórroga).

Un hombre que se crece en las finales gracias a su mentalidad: "Son momentos en los que el aspecto psicológico importa mucho", dice.

Rami, un zaguero con lengua afilada.

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Rami, con 32 años, igual que Godín, también insufla confianza a sus compañeros del vestuario marsellés.

"No soy muy talentoso, pero soy un luchador", avisa Rami, un jugador de gran carisma: generoso, natural y con una sonrisa sempiterna que ha seducido incluso a la actriz Pamela Anderson, invitada inesperada al estadio Vélodrome esta temporada.

En las conferencias de prensa, Rami acostumbra a hacer reír a los periodistas por sus bromas y salidas de tono.

Cuando murió el cantante Johnny Hallyday el pasado mes de diciembre sorprendió interpretando uno de sus temas, aunque en otras ocasiones su verbo fluido le ha traído problemas, como cuando terminó dejando el Valencia en 2013, después de haber llamado "pelotas" a sus compañeros y haber mostrado públicamente sus diferencias con su entrenador de entonces, Miroslav Djukic.

En el Marsella, su carácter gusta mucho a los aficionados y es el jugador más utilizado por Rudi Garcia (53 partidos), sólo por detrás del brasileño Luis Gustavo (55).

Un duelo por lo tanto entre dos gladiadores que no tienen miedo a la arena.

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