Es difícil pedirte a vos, Amaral, que a tus 17 años saltes hoy al Estadio y te olvides que ahí arriba, en la tribuna, habrá 60.000 almas; y que, desde afuera, 3.000.000 te acompañarán en cada zancada. Más difícil, aún, pedirte que tengas cabeza fría, cuando el primer argentino, de esos que están adoctrinados por Grondona —que cree que en el fútbol vale todo, a cualquier precio—, lance el primer planchazo o codazo. Igual, te pido, que respondas con la altura que somos capaces de mostrar los uruguayos.

Con esa que te enseñó Lugano en la selección mayor o te transmitió Forlán en cada una de sus acciones. Con el manual de estilo que impuso Tabárez desde 2006, que permitió la refundación de la selección y colocó a Uruguay a girar en la órbita en la que históricamente estuvo.

Te pido a vos, Nández, a vos, Arambarri, y a cada uno de ustedes que integran esta selección, que se abstraigan de esa ansiedad que les debería desbordar, porque son uruguayo y les corre sangre por las venas.

Por eso, Coito, vos que los conocés, recordales el camino que recorrieron para llegar hasta acá. Recordales que si hoy están a un triunfo de ser campeones sudamericanos, como hace 34 años que no sucede —¡y eso que desfilaron tremendos cracks!—, no es por casualidad, ni obra de un milagro. ¡Es porque construyeron, ladrillo a ladrillo, esta estructura sólida!

Ya demostraron que son capaces de ganarle a Argentina, no porque ya lo hicieron, sino porque tienen argumentos futbolísticos y fortalezas anímicas, que los colocan en la puerta de la gloria. Por eso, vayan y disfruten. De verdad… ¡disfruten! Jueguen con la solidez que solo ustedes fueron capaces de mostrar en este Sudamericano. Defiendan como leones, y jueguen con la inteligencia que ya mostraron. Porque en definitiva, esto no deja de ser un juego. Disfrútenlo, diviértanse y hagan de la finalísima de esta noche un canto al fútbol y no un melodrama, como a diario queremos transformar este deporte todos los uruguayos. Disfruten. Si lo consiguen, no solo la pasaran bien ustedes, también los 3.000.000 de uruguayos.

VEA EL INTERACTIVOLUIS EDUARDO INZAURRALDE