Los hinchas de São Paulo invadieron la práctica del equipo para increpar al plantel y la "Tota" los encaró y se encargó de enfriar la situación.

Situación particular vivió ayer el São Paulo. Molestos con el momento deportivo del equipo y por la venta de jugadores claves tras la participación en la Copa Libertadores (Paulo Ganso y Jonathan Calleri), la “torcida” del club se arrimó hasta el entrenamiento en forma de protesta.

El entrenador Ricardo Gomes y los jugadores Wesley, Michel Bastos y Carlinhos, fueron los que se llevaron la peor parte.

Un típico banderazo: varios cánticos y gente desacatada. Hasta ahí, todo “normal” dentro del contexto sudamericano. Lo llamativo ocurrió unos minutos después. Aún no se había bañado. De hecho, apareció sin remera. Diego Lugano salió del predio que estaba custodiando la seguridad y dio la cara ante la barra.

Según relatan los medios brasileños, la “Tota” no solo logró evitar males mayores sino que, increíblemente, terminó transformando la protesta en un momento de aliento para el club. El uruguayo, o “DIO5” como lo apodan, fue ovacionado y terminó sacándose selfies con los fanáticos.
Un grupo de hinchas lo rodeó y pidió silencio. El canario dio un breve discurso y recalcó: “Esto se termina acá o estamos todos complicados”. Allí aparecieron los aplausos mientras varios de los hinchas intentaban fotografiarse con el ídolo.

Minutos después, el defensor Maicon se arrimó a la “Tota” y brindó un mensaje similar.

En este momento, São Paulo se encuentra en el puesto número 11 de la tabla de posiciones, producto de siete victorias, seis empates y ocho derrotas. Hoy, a las 16 horas, será local ante Coritiba por la fecha número 22 del campeonato brasileño.

Luego de haber llegado a las semifinales de la Libertadores (quedó eliminado ante el campeón Atlético Nacional) y tras la salida del “Patón” Bauza (renunció para hacerse cargo de la selección de Argentina), el tricolor paulista quedó inmerso en una irregularidad de la que aún no podido salir.

Los hinchas mostraron su disconformidad, pero “DIO5” aplacó a los fieles y calmó las aguas. Lugano se plantó y sacó la cara por sus compañeros.

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