ESPAÑA

Diego Forlán anotó 96 veces en sus 198 partidos oficiales con el Atlético de Madrid, pero ninguno resultó tan transcendente ni está tan arraigado en la mente rojiblanca como el 2-1 al Fulham hace hoy exactamente una década (12 de mayo de 2010) en la final de la Europa League de Hamburgo, un título cuyo enorme impacto de entonces contrasta con una dimensión y una influencia hoy mucho más reducida, eclipsado por la era Diego Simeone, que ha rebasado rotundamente tal triunfo.

Ya en la prórroga, el uruguayo (único Bota de oro de la historia del club, en 2008-09 con 32 goles en 33 duelos de Liga), marcó en el minuto 116 el gol que tanto había anhelado el equipo, la institución y la hinchada durante 48 años desde su anterior trofeo a nivel continental, la Recopa de 1962.

A pase de Sergio ‘Kun’ Agüero, Forlán logró el segundo de los goles del Atlético en aquella final (el primero lo anotó en el minuto 32, empatado por Simon Davies 5’ más tarde), el del 2-1 definitivo para doblegar al Fulham.

Forlán hizo posible lo inesperado unos meses antes, porque nadie imaginaba por diciembre que ese trofeo sería para el conjunto rojiblanco.

En su recorrido hacia la final de Hamburgo, el Atlético bordeó el abismo, pero salió vencedor. Procedente de la fase de grupos de la Liga de Campeones al ser tercero en su serie, el rojiblanco sorteó cuatro rondas hasta la cita decisiva de Hamburgo: en Estambul frente al Galatarasay, con el gol del 1-2 de Forlán en el minuto 90 cuando la eliminatoria se iba a la prórroga; en Lisboa con un doblete de Agüero que validó el 0-0 de la ida en casa (2-2); y en cuartos frente al Valencia, con la inquietud de un 0-0 en la vuelta en el Vicente Calderón tras el 2-2 de Mestalla.

Ya en semifinales, el Atlético derribó al Liverpool con los goles de Forlán: el del 1-0 en la ida y otro en el 2-1 en Anfield, en la prórroga.

En la final ese gol de Diego en Hamburgo dejó su legado para la historia del Atlético.