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Racing domó al nuevo "Lobo" de Diego Maradona

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Diego Maradona reclama por una falta no sancionada

ARGENTINA

La Academia ganó un partido que pudo terminar empatado porque a los 94 minutos de juego Gimnasia y Esgrima desperdició una inmejorable ocasión para convertir; el estreno del "Diez" como entrenador no tuvo un final feliz.

"Noooo, noooo". El grito de Diego Armando Maradona, segundos antes de taparse la cara con sus dos manos, fue la representación más gráfica de la increíble ocasión que su equipo, Gimnasia y Esgrima, desperdició en los segundos finales de la prórroga para poder empatar su cotejo ante Racing.

Al final, la Academia de "Chacho" Coudet domó al "Lobo" platense que parecía querer morder bien fuerte en el inicio de la campaña como entrenador del "Pelusa".

A los platenses y especialmente a Maradona les tiene que haber dado mucha bronca y fustración no haber logrado esa igualdad a los 94 de juego, como las cosas que fueron sucediendo en el propio partido.

Es que los de Maradona gozaron de la ilusión y la alegría pero se esfumó todo muy rápido. La gran alegría había llegado con el gol del empate a los 52 minutos de juego. Pero fue fugaz. Se apagó demasiado rápido. Dos minutos después del gol de Martín García, que ponía el 1-1, Racing con el toque de Matías Zaracho puso el 2-1 ante Gimnasia y Esgrima. Baldazo de agua helada.

Tan fuerte como lo que había ocurrido en la primera mitad, cuando la tribuna se levantaba a cantar y gritar enfervorecida porque la historia del partido pintaba bien. 

Es que el equipo del "Pelusa" estaba fuerte desde lo anímico, presionaba arriba, había convertido en figura al arquero de Racing -hizo dos atajadas bárbaras, pero un error defensivo de su guardameta tiró abajo las ilusiones del Lobo. Falla que la Academia no perdonó para ponerse 1-0.

La multitud que acompañó al "Diez", quien ingresó a la cancha para recibir una tremenda ovación y el cariño de una afición que pobló las tribunas con decenas de banderas con su cara, acalló sus voces por unos minutos.

Pero luego despertó. Fue como si el grito de "Vamos todos", de Diego se repitiera en cada acción.

No fue suficiente. Aunque un remate unos centímetros más abajo hubiesen logrado que el estreno del DT terminara de mejor forma.

Maradona vivió el partido con intensidad. Acompañó mucho con palabras de aliento más que indicaciones técnicas. Apoyó a los jugadores cuando la jugada no salió y alentó para generar más acciones de ataque.

Cuando vino el gol de la Academia, se quejó de "la marca, la marca", y después arengó con el "dale, dale", para que su equipo no decayera pese a estar abajo en el marcador.

El cabezazo en el comienzo de la segunda mitad levantó encendió los corazones, pero el golpe fuerte llegó otra vez. Nueva macana en el fondo y a cobrar con un Racing que no perdonó.  Y al final se llevó los tres puntos.

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