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Diego López debió hacer los cambios antes

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Fluminense vs. Peñarol
MAURO PIMENTEL

COPA SUDAMERICANA

Estando 2-0 abajo a los 25’, el técnico de Peñarol tuvo que haber priorizado el torneo local y sacar a “Cebolla”, Gargano y Viatri a los 30’; el argentino jugó los 90’.

Los hinchas de Fluminense que llenaron Maracaná enloquecen y los jugadores locales celebran el gol del colombiano Yony González, porque saben que ese 2-0 ya definió no solo el partido, sino la serie frente a Peñarol, pues los penales quedaron descartados y el equipo uruguayo ahora solo tiene la posibilidad de convertir cuatro goles para dar vuelta la serie.

Van solo 25 minutos y los futbolistas aurinegros se miran incrédulos. Sabían que iba a ser difícil revertir el 1-2 sufrido en casa -porque está claro que la clasificación se perdió en el Campeón del Siglo-, pero ahora la prioridad era otro: evitar el papelón.

Diego López había dicho que había que saber cuándo tirar la presión, pues seguramente Fluminense iba a jugar recostado sobre su área y allí mover la pelota, obligando a que el equipo mirasol hiciera un gran desgaste al ahogar la salida rival. Sin embargo, toda planificación se fue al diablo cuando al minuto de juego Marcos Paulo ya había puesto el 1-0. Si bien a esa altura poco cambiaba el panorama para Peñarol, porque los dos goles que necesitaba cuando empezó el partido le seguían sirviendo, aunque ahora para forzar penales. Sin embargo, el golpe anímico de verse en desventaja tan pronto fue grande.

Ni que hablar que el 2-0 significó verse en el precipicio. Entonces, el panorama cambió drásticamente.

López, en ese mismo instante o más tardar a los 30 minutos, ya debió haber mandado tres cambios a la cancha. Debió haber sacado a Cristian Rodríguez, Walter Gargano y Lucas Viatri, los futbolistas que pueden hacer la diferencia en el torneo local y que no están al 100% físicamente, para cuidarlos con vistas al gran objetivo que es conseguir el tricampeonato uruguayo.

Incluso antes de los 30 el “Mota” Gargano generó preocupación porque cayó en el medio de la cancha y se tocó la pierna, pero se levantó y continuó.

La Sudamericana ya era historia por más que quedara tanto tiempo. Es más, nadie criticaría a “Memo” si hubiera hecho los cambios colocando futbolistas de corte defensivo, porque ganar estaba ya fuera de toda posibilidad. Sin embargo, los mantuvo en cancha.

“Cebolla” ya no salió a jugar el segundo tiempo, Gargano se mantuvo hasta los 64’ y Viatri, que incluso tenía amarilla, jugó los 90 minutos en lo que pareció un exceso. El único atenuante para la continuidad del argentino es que López haya priorizado cuidar a Ignacio Lores, de grandes actuaciones últimamente, quien salió a los 82’.

El 3-1 marcó el final de Peñarol en el plano internacional. Ahora hay un solo objetivo: el tercer Uruguayo consecutivo.

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