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Diego Forlán y el estadio aurinegro

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Diego Forlán
Archivo El Pais

A nueve meses de cumplir su sueño de jugar en Peñarol, se prepara para inaugurar el “Campeón del Siglo”.

Diego Forlán lleva nueve meses en Peñarol. Llegó con una gran ilusión a cumplir un sueño personal, el de jugar con la misma camiseta con la que su padre fue Campeón de América y del Mundo.

Hoy se prepara para vivir una instancia histórica, la de ser protagonista en el partido inaugural del estadio Campeón del Siglo. "Lo vivo con mucha ilusión. Tener la posibilidad de ser local en tu estadio es algo espectacular para una institución como Peñarol. No es que en el Centenario uno no se sintiera local, pero es diferente. Al menos para mí que llevo menos tiempo en el club. Acostumbrado a otros equipos, sé lo que es jugar de local. Capaz que otros jugadores, que llevan muchos años jugando en el Centenario con Peñarol, sentían la localía, pero esto es otra cosa", contó Forlán sobre cómo vive las horas previas al partido frente a River Plate. "El estadio quedó espectacular. Yo ya lo había visto obviamente, desde las maquetas y luego por fotos que me iban mandando de las obras. Y ya las últimas veces que fuimos y esta última en particular en que entrenamos, lo vimos terminado. Pintado y hasta con los números de las butacas. Y la cancha está muy bien, muy linda. Espectacular para lo que estamos acostumbrados. Y va a mejorar mucho más, le vienen bien las lluvias de ahora. Va a necesitar tiempo para asentarse, lo que es normal. Pero ya está bien para competir", aseguró.

Los futbolistas aurinegros recibieron entradas, tanto para el partido de esta noche como para el espectáculo musical, que como se sabe debió postergarse para el miércoles. La mayoría de ellos compró varias más. No es el caso de Forlán. "Tenemos palco y hay 16 o 20 lugares. Además, el miércoles mi padre va por su lado porque de la fiesta van a participar los campeones. Y se juntan todos. Nosotros, con la familia, vamos a ir al palco", explicó.

El partido con River Plate es parte de la gran fiesta inaugural del Campeón del Siglo, pero según el delantero hay que ganarlo. "Es el primer partido que vamos a jugar en el estadio y hay que ganar. River Plate es un gran rival, que juega muy bien, pero es la inauguración de nuestro estadio y tenemos que ganar".

Copa.

En febrero Peñarol arrancó jugando una nueva Copa Libertadores, la primera para Forlán con la camiseta carbonera. Inició con una gran ilusión, pero las cosas no resultaron como esperaba. "Soy realista. El momento futbolístico no es bueno en la Copa y matemáticamente tenemos chance, pero es difícil poder clasificar. Todavía faltan dos partidos que si logramos ganarlos y se da el resultado que necesitamos entre Huracán y Sporting Cristal, podemos tener chance de clasificar. Pero hay que mejorar mucho, no es fácil. Es muy distinto el Campeonato Uruguayo que la Copa Libertadores", admitió.

De los cuatro partidos que lleva jugados el equipo de Da Silva en el grupo 4 de la Libertadores, Forlán jugó dos de ellos. El empate conseguido frente a Sporting Cristal en Lima y la derrota sufrida frente a Huracán en el Centenario. No pudo jugar, por lesión, los dos frente al rival más complicado: Atlético Nacional de Medellín. "Sufrí, porque a mí me gusta estar en todos los partidos. Y lamentablemente por una pequeña distensión que sufrí con Sud América no me dejó estar. Más en estos partidos con un rival tan fuerte como es Nacional".

"Cachavacha", con sencillez, encuentra la explicación a la mala gestión del equipo en la Libertadores y al bajón de cinco partidos en los que no pudieron ganar. "Es fútbol. Recién el otro día con Racing pudimos ganar aunque sin jugar bien. Pero el fútbol son rachas, momentos. De repente el nivel de cada jugador no es el mejor, o no estás bien por molestias o lesiones y te agarra una racha de un mes en que no podés ganar. Me ha pasado en todos los equipos en donde he estado. Le ha pasado al Barcelona muchas veces. Es cuestión de pasar el momento complicado y volvés a agarrar confianza", aclaró. En el poco tiempo que lleva en el club, Forlán obtuvo su primer título, el del Apertura pasado, pero el equipo no pudo consolidar un buen rendimiento y Bengoechea se tuvo que ir. Sin embargo, sin él tampoco pudieron conseguir un buen juego. "Nosotros somos los que jugamos y los mayores responsables. El técnico es el que maneja los entrenamientos y designa los jugadores, pero a la hora de jugar los actores principales somos nosotros. El que decide en la cancha es el jugador. Y obvio que nos sentimos responsables. Pero cuando decidí venir a Peñarol sabía que estas cosas podían pasar. A pesar de que ganamos el Apertura, de tener una final asegurada y de estar peleando el Clausura, sabía que estos altibajos los íbamos a tener. Y en estos casos hay que estar a la altura. Estar tranquilos y seguir trabajando. No hay otra", afirmó.

"El asunto es encontrar esa regularidad. Es difícil, pero depende de cada uno y de todos juntos. Del entrenador en lo que es la parte de él y en la nuestra a la hora de entrar a la cancha. Todos necesitamos poner un poco más, sobre todo nosotros los jugadores para poder sacar esto adelante", apuntó.

Celeste.

Antes de que la selección viajara hacia Recife, Diego Forlán (que jugó 112 partidos con la celeste y marcó 36 goles, además de ser el mejor jugador del Mundial 2010) estuvo en el Complejo de la AUF, algo que no había hecho desde que renunció a la selección en marzo del año pasado. "Me encantó ver cómo está el Complejo y ver a los compañeros después de tanto tiempo. Compartir toda una tarde, verlos entrenar y reencontrarme con mucha gente de la que trabaja ahí con quienes tengo una gran relación fue muy lindo. Ni hablar del cuerpo técnico, con el maestro nos quedamos de charla un rato largo. Me siento feliz de haber estado, de tener las puertas abiertas y poder compartir esos momentos. Para los que fuimos jugadores de la selección es algo normal, pero a mucha gente le encantaría estar ahí", reconoció. "El problema era si les hubiera ido mal después de mi visita, por suerte les fue bien. Si no iba a ser bravo. Je", agregó.

Forlán vio el partido frente a Brasil, junto a su padre y su hermano. Y por lo general, no grita los goles. "Lo vivo tranquilo. Capaz que si el partido se va picando o hay alguna situación injusta me puedo llegar a calentar, pero si no, no. Con mi padre y mi hermano analizamos todo. Obviamente que siempre hinchando por Uruguay, pero también mirando el fútbol y analizando cosas que se van dando en el partido", contó.

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