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El día que el "Tito" se calzó los guantes

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Goncálvez descuelga un centro en el clásico de 1991.

Hoy se cumple un nuevo aniversario del clásico que Peñarol ganó "sin arquero". Fue un 27 de octubre de 1991, por el Campeonato Uruguayo, en donde el aurinegro se impuso a Nacional 1-0 con gol de "Manteca" Martinez y jugó los últimos 15 minutos con Goncálvez en el arco.

Hoy no es un día más para el "Tito" Goncálvez, es un día de recuerdos, de esos que son imborrables y permanecerán por siempre en su memoria. Se cumplen 14 años del clásico en donde tuvo que dejar la zaga y pararse bajo los tres palos del arco de Peñarol nada menos que en un clásico. 

Fue el arquero de los aurinegros en los últimos 15 minutos de un partido que su equipo ganaba 1 a 0 y había que mantener el resultado a cualquier precio: "Era un partido peleado, como todos. Yo venía de una semana complicada, había estado engripado, con fiebre, y no estaba del todo bien. Pero jugué igual. Además, el pasto estaba altísimo, a la pelota había que empujarla porque no rodaba y eso desgastaba mucho más. Cuando Fernando (Álvez) tocó la pelota afuera del área con la mano y le sacaron la roja, todos nos miramos. Ya no había más cambios. Y ahí tomé la posta: le dije, 'dame los guantes' y caminé hacia el arco. Estaba cansado, agotado, y como nadie pidió, lo agarré yo. Me salió bien, no me hicieron ningún gol, descolgué tres pelotas bravísimas y le saqué un tiro abajo, contra un palo a Marcelo Saralegui. Tiró, la pelota le pegó en la espalda al "Tío" Sánchez, se me desvió, pero pude sacarla", recuerda el "Tito".

Fue victoria de Peñarol y tras el partido, poco menos que fue llevado en andas como héroe. Estuvo 15 minutos en el arco y no recibió un gol. "Fue muy lindo, muy emocionante el final. Cosas que uno hace sin darse cuenta y terminan siendo parte de la historia", agrega hoy, en la tranquilidad de su hogar.

"¿El buzo? Pahhh.... es largo el cuento. Lo había guardado como un tesoro. Pero lo perdí en una de las tantas mudanzas que hice. Me dio una pena bárbara, hasta que un día, en una de las tantas fechas conmemorativas del club, me citan al Museo de Peñarol para hablar de la Copa Libertadores del 87. Y salió el tema del clásico sin arquero. Ahí me preguntaron por el buzo, y conté el cuento. ¿No será éste? me preguntan. Y era nomás. Un hincha lo recibió de regalo y se lo llevó a Peñarol. Me lo quisieron dar, y yo lo terminé dejando en el Museo del club. ¡Lo que son los hinchas! De no creer..."

Goncálvez descuelga un centro en el clásico de 1991.
Goncálvez descuelga un centro en el clásico de 1991.

ANIVERSARIO

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