Nunca mejor expresado aquello de que la alegría va por barrios. En este arranque de 2015, Peñarol está como Nacional hace seis meses: con DT nuevo y un plantel que interpretó lo que quiere su estratega, desarrolla un manual completo de fútbol dinámico, fluido y preciso.
Ahora bien, y apuntando al momento de Nacional, su desafío es redescubrir su identidad y reencontrarse en el campo de juego. En cuanto lo consiga, acabará con los problemas que le atormentan. Tiene tiempo -ya demostró que supo hacerlo- y ventaja en la tabla para aspirar a conquistar el Uruguayo, aunque por estos días su presente ofrezca un escenario inquietante.
El análisis