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El día de San Pablo

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Peñarol venció 2-0 a Fénix, pero no pudo aumentar su ventaja sobre River Plate, que anotó en la hora, y para peor en los descuentos le expulsaron al brasileño Diogo.

No. No fue el mejor partido, Me quedo con el anterior donde prácticamente no nos llegaron. “Peñarol por momentos jugó bien. Fénix también hizo gran partido, tuvo ocasiones de gol. A nosotros nos ayudó la fortuna en las pelotas en los palos. Migliore y la defensa realizaron una buena actuación”.

El análisis de Pablo Bengoechea resumió lo que fue el partido que Peñarol le ganó a Fénix por 2 a 0, con dos goles casi en el inicio de cada tiempo, pegando en el momento justo, ‘madrugando’ a su adversario.
Es que el Peñarol de Bengoechea ha crecido -futbolísticamente hablando- en las últimas fechas. Mejoró en todos los aspectos, y se fortaleció en el cierre del Clausura.

Juega más, entusiasma, es cierto, pero siempre de mitad de cancha hacia adelante, donde tiene a Marcelo Zalayeta, el hombre que hace la diferencia.

Y ayer no fue la excepción. Porque Peñarol volvió a mostrarse como un equipo práctico y funcional, que trató bien la pelota, que buscó por afuera, que llegó por las bandas y generó muchas chances de gol.

Pero también volvió a desnudar carencias en la contención, en el cierre por los costados, en donde Fénix sacó ventaja y si no concretó fue por las mala puntería de Cavallini (a los 4’) y los palos (Andrés Schettino a los 37’ sacudió el travesaño y Ligüera a los 40’ el caño izquierdo) que esta vez, se pintaron de amarillo y negro y no de blanco y violeta.

Ese final del período inicial tuvo al aurinegro contra las cuerdas, pero no concretó.

El triunfo no estaba abrochado ni mucho menos, pero en el inicio del segundo tiempo, Peñarol volvió a pegar tras una notable combinación entre ‘Urreta’, Zalayeta y Aguiar y el volante definió rasante, fuerte, cruzado, al segundo palo de Mejía.

Ahí el partido tuvo un quiebre. Peñarol se recostó en su cancha, esperó a Fénix que no se guardó nada y atacó, pero dejó espacios en defensa y el aurinegro le llegó por todos lados. Hasta pudo sumar dos o tres goles más, y si no lo hizo fue por excesos de lujos.

Peñarol terminó siendo amo y señor del partido, un partido que se le complicó en el comienzo y en el cierre del primer tiempo, pero que después del segundo gol, lo manejó a su antojo.

Ayer volvió a hacer lo que tenía que hacer: sumó tres puntos, se mantuvo arriba en la tabla del Clausura y llega al final del torneo como único líder.
No hubo vuelta. Apenas si hubo algún abrazo después del pitazo final Javier Bentancor.

En Peñarol saben que sólo se ganó un partido. Que faltan 90’ más por jugar, y que no siempre van a tener a San Pablo consigo. Porque ayer Bengoechea acertó en todo y Migliore cuidó el cero como nunca. Y los palos... claro...

SEGUNDO TIEMPO

PEÑAROL 2-0 FÉNIX

Estadio: Centenario
Árbitro: Javier Bentancor
Asistentes: Carlos Pastorino y Daniel Castro

Peñarol: Pablo Migliore; Andrés Rodales, Carlos Valdez, Gonzalo Viera, Diogo Silvestre; Jonathan Urretaviscaya, Sebastián Piriz (87' Damián Macaluso), Luis Aguiar, Jorge Rodríguez (73' Gianni Rodríguez); Antonio Pacheco (73' Hernán Novick) y Marcelo Zalayeta.

DT: Pablo Bengoechea.

Fénix: Luis Mejía; Angelo Gabrielli, Fabricio Silva, Ignacio Pallas, Juan Álvez; Gonzalo Papa, Raúl Ferro, Andrés Schettino; Martín Ligüera (85' Leonardo Fernández); Cecilio Waterman (75' Federico Puppo) y Lucas Cavallini.

DT: Rosario Martínez.

Goles: 12' Píriz (P) y 52' Aguiar (P)

Expulado: 90'+2 Diogo (P)

Amarillas: Píriz y Diogo (P). Schettino (F)

En el centenarioJOSÉ MASTANDREA

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