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El detrás de la firma de De Amores: casi tres años sin jugar por una extraña lesión

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Guillermo de Amores firmando su contrato con Fénix. FOTO: Gastón Alegari.

FÉNIX

"En España nunca habían visto un caso igual. Los médicos que se animaron a tocarme la verdad que una valentía bárbara", contó el nuevo arquero de Fénix.

En la tarde de este martes, el arquero Guillermo de Amores firmó contrato conFénix hasta diciembre de 2021, pero con cláusula de salida a partir de enero próximo. Es una gran noticia para el futbolista nacido en San Jacinto (Canelones) teniendo en cuenta todo lo que padeció en los últimos tiempos. 

En diálogo con Ovación, De Amores contó que "hace 20 días se dio un llamado del entrenador de arqueros de Fénix (Maximiliano Fernández) para interiorizarse de la situación porque yo estaba entrenando en Boston River. En Boston me habían ofrecido una renovación antes de la pandemia, pero después que pasó todo quedó en la nada y no se tocó más el tema". 

"Cuando volvimos a entrenar gracias a Dios ya tenía el alta médica y fue ahora que surgió esto de Fénix, pregunté en Boston River qué tenían pensado conmigo, me hicieron un ofrecimiento que no estaba acorde a lo que me habían planteado al principio y fue ahí que empecé a evaluar lo de Fénix, que era algo que me motivaba mucho por la idea que tiene Juan (Carrasco) de juego, porque Fénix juega copa internacional y está bien armado", agregó.  

Después de dejar Liverpool —club en el que se formó— en diciembre de 2017, De Amores arregló en Boston River por dos años, más allá de que nunca llegó a jugar. Es que rápidamente lo cedieron a préstamo a Fluminense, el equipo brasileño al que había enfrentado con los negriazules y en el que había dejado una grata imagen. En el club de Río de Janeiro tampoco nunca llegó a jugar, porque fue en ese lugar donde empezó la odisea de las lesiones. O, mejor dicho, de la lesión. 

Foto: Gerardo Pérez
De Amores defendiendo el arco de Liverpool. Foto: Gerardo Pérez

No daban en la tecla

Sobre su presente, el guardameta contó que "hoy estoy bien, con el alta médica, preparado para lo que venga. Obviamente que uno quiere agarrar confianza, volver a jugar y tener minutos. Por eso fue que vi como buena opción venir a Fénix". Los albivioletas ya no tienen en sus filas a Ernesto Hernández y los arqueros que están son el joven Francisco Casanova y el argentino Jeremías Young. 

El último partido oficial de De Amores fue el 19 de noviembre de 2017, cuando Sud América venció a Liverpool 4-2. Después estuvo un partido en el banco de suplentes de Fluminense y comenzó el karma que parecía que nunca se iba a acabar. 

"En principio en Brasil me dijeron que la lesión era algo sencillo, que era la rotura de meniscos. Y que había agarrado una infección y que por eso se había complicado. Y en realidad el diagnóstico que me dieron no estaba bien porque me diagnosticaron algo que no era lo que tenía. Era mucho peor de lo que me habían diagnosticado en Brasil. En realidad tenía un sobrehueso y ellos me decían que se había calcificado el músculo por la cicatriz de la operación de meniscos. Tenía un sobrehueso que me estaba cortando el músculo todo el tiempo y me estaban haciendo entrenar con eso y era una locura", explicó desde su casa en Montevideo, donde vive junto a su pareja Catherina y la pequeña hija Indiana, que va rumbo a cumplir su primer año. 

De Amores no estaba convencido de lo que le decían, porque además seguía con dolor y no se sentía bien, por lo que empezó a buscar otras opiniones sobre su lesión: "Después de mucho preguntar llegué con un médico español, que fue con el que me operé. Fue el que dio bien con la lesión que realmente tenía, que en realidad no era una lesión, sino una secuela de lo que había pasado por la infección que tuve. Cuando me lavaron la rodilla no se hizo el mejor procedimiento y quedaron esas secuelas que fueron las que me terminaron complicando más".  

El arquero que fue Guante de Oro (mejor arquero) del Mundial Sub 20 de Francia 2013, cuando Uruguay perdió la final del mundo contra los locales, agregó que "me operé en Barcelona hace un año, los médicos en Uruguay tampoco me querían operar mucho porque era algo muy extraño; imaginate que en España nunca habían visto un caso igual. Los médicos que se animaron a tocarme la verdad que una valentía bárbara, porque no era fácil la intervención y me dejaron impecable para lo que padecía". 

Guillermo de Amores. Foto: AP
Guillermo De Amores fue Guante de Oro en el Mundial Sub 20 de Francia 2013. 

Y se explayó aún más: "Tenía un temor tremendo porque no era una lesión común y el panorama que me habían dado estando en Barcelona no era alentador, por el tema de las imágenes. De hecho tuvieron que mandar imágenes a Birminghan, en Inglaterra, que hay un centro radiológico salado y a Canadá, porque no era algo normal de ver con las imágenes. Incluso pensaron que tenía un tumor en el hueso". 

Sobre si en algún momento pensó en que no podría volver a atajar, De Amores contó que "se te pasan mil cosas por la cabeza pero uno siempre intenta estar con el ánimo a full, tratando de bancar lo que venga. Pero por momentos me costó... Más que nada el hecho de asumir lo que estaba pasando. Mentalmente la lesión juega un rol importante". 

El viaje a Barcelona, la intervención y todo el procedimiento médico se lo tuvo que pagar el propio jugador: "Todo a huevo, fue un tiempo muy duro. Pero gracias a Dios no me han faltado llamados, no me puedo quejar. Me han contactado clubes y empresarios para pasarme propuestas. La verdad que para el tiempo que estoy sin jugar, estoy sumamente agredecido. Tenía varias opciones, pero Fénix fue lo que más me convenció".  

La idea de Guille es volver a sentirse jugador después de tanto tiempo sin jugar y agarrar continuidad. "Me voy a tener que ganar el puesto como todos. Pero es fundamental la confianza de Fénix. Quiero jugar. Tampoco pienso mucho más allá".

A partir del lunes De Amores se sumará al plantel principal de los albivioletas. Sin dudas que es una nueva oportunidad que el fútbol le brinda después de pasar por momentos muy complejos. Pero la fuerza de voluntad personal y de su familia lo ayudaron para que hoy se vuelva a sentir un arquero. Calidad y fundamentos técnicos le sobran para volver a destacarse. 

De Amores en su etapa en Fluminense, donde ni siquiera llegó a debutar.
De Amores en su etapa en Fluminense, donde ni siquiera llegó a debutar.

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