Defender su prestigio y sortear el arranque de riesgo en el Clausura y de la doble competencia, son los desafíos para Nacional en este semestre. El equipo, que llega con el impulso de 2014 y la tranquilidad de haber encontrado la fórmula casi perfecta, afronta 2015 con grandes obstáculos.
En general, porque el análisis del hincha está salpicado por la euforia de las victorias y el melodrama de las derrotas, se suele ver desvirtuada la realidad. Por eso es importante entender, que Nacional debuta mañana con responsabilidades diferentes: dejó de ser una sorpresa, es una realidad; ese escenario le presenta mayores exigencias para defender el prestigio y sostener el nivel, lo más difícil, en equipos uruguayos tan irregulares.
También deberá surfear las aguas de la doble competencia, esas que tanto incomodan a los clubes de la AUF; y el arranque de riesgo que le propone el calendario del Clausura con Defensor, River, Danubio y Wanderers —los dos últimos con el mismo "efecto" Libertadores—, en las siete primeras fechas.
Nacional tiene mucho para ganar, si consigue saltar los grandes desafíos que le esperan.
El análisis