TORNEO CLAUSURA

Para un técnico dudar de a que jugador alinear es malo, aunque hay matices. Una cosa es que esa indecisión se la genere no tener al futbolista idóneo para cumplir la misión táctica que requiere; que surja porque los recursos que posee no son todo lo bueno que aspira; o bien porque tiene futbolistas que están al mismo nivel. Esta última es un poco lo que le ocurre hoy al conductor de Nacional, Álvaro Gutiérrez, que tiene al menos a dos futbolistas por puesto rindiendo a buen nivel.

Hay posiciones en las que le es más difícil decidir, lo que incluso puede llevarlo a cambiar el sistema.

Guillermo Cotugno y Armando Méndez se disputan el lateral derecho. El segundo ha llenado más el ojo por sus potentes incursiones ofensivas.

Gabriel Neves, hoy golpeado y en duda, ha jugado a altísimo nivel, pero Felipe Carballo lo ha reemplazado en gran forma, con un gran orden táctico que le permite cubrir los desdobles de los laterales.

Brian Ocampo se metió en la oncena con goles y buenas actuaciones, lo que le llevó a retirarse siempre muy aplaudido. Su velocidad ha desequilibrado y a su vocación ofensiva le ha adosado sacrificio para defender. Matías Zunino, en tanto, es un polifuncional que siempre rinde y tiene gran llegada. En un 4-4-2 puede pararse como volante externo y meter diagonales que sorprendan a la defensa rival.

Esta característica de Zunino, que también la tiene Gonzalo “Chory” Castro por izquierda, es importante a la hora de valorar la delantera, porque con los partidos que ha jugado y los goles que ha anotado Thiago Vecino, ¿cómo lo saca “Guti” de la oncena? Quizás para darle cabida a Gonzalo Bergessio deba apostar a un 4-4-2.

Dilemas a resolver por Gutiérrez, pero de los lindos.