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Dejó todo lo que pudo

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The Strongest superó por mínima a Peñarol en La Paz. Foto: EFE

COPA LIBERTADORES

Peñarol tuvo un partido irregular, pero hizo que The Strongest termine pidiendo la hora en La Paz.

The Strongest superó por mínima a Peñarol en La Paz. Foto: EFE 
The Strongest superó por mínima a Peñarol en La Paz. Foto: EFE
The Strongest superó por mínima a Peñarol en La Paz. Foto: EFE
The Strongest superó por mínima a Peñarol en La Paz. Foto: EFE
The Strongest superó por mínima a Peñarol en La Paz. Foto: EFE
The Strongest superó por mínima a Peñarol en La Paz. Foto: EFE

Primer tiempo.

Lo anticipó Leonardo Ramos: “Jugar como lo hacemos en Uruguay sería suicida”. Y tenía razón… Más allá del cambio de sistema táctico, este equipo se pareció muy poco al que comúnmente vemos en nuestro país. La altura fue el principal enemigo de Peñarol en el debut por la Libertadores ante The Strongest y eso se sintió: con laterales que muy pocas veces pudieron pasar al ataque y volantes por afuera que se abocaron más a la tarea defensiva que la ofensiva. Cristian Palacios quedó muy solo en un equipo que tampoco pudo hacerse fuerte en la mitad de la cancha, su gran fuerte.

El DT la tenía clara y por ese motivo, el aurinegro salió a esperar, bien replegado atrás. El objetivo era claro: llevarse algo de La Paz. Y si para eso había que hacer tiempo o buscar infracciones para recuperar aire, a este equipo de Peñarol no se le iban a caer los anillos. Más con la experiencia del año pasado donde en un abrir y cerrar de ojos ya se encontraba 2-0 abajo en Cochabamba. 

Esta vez fueron 20 los minutos que bancó Peñarol, que hasta el momento no la venía llevando tan mal. Sin embargo, en un tiro de esquina, Carcelén anticipó a Maldonado y con un potente cabezazo dejó sin chances a Dawson. 

De ahí en más, en la primera parte, Peñarol no se enloqueció pese a estar en desventaja. Siguió con la misma postura y buscando acertar en los problemas que The Strongest tenía por el centro del campo. Sin embargo, nunca encontró aire para poder trasladar la pelota con claridad.

Palacios generó muchas faltas fuera del área, pero el aurinegro tampoco pudo aprovechar esos tiros libres ya que Formiliano, “Cachila” y Maldonado, habituales cabeceadores, se quedaron a defender.

Segundo tiempo.

En el complemento, Peñarol buscó adelantarse aunque claro: muy lentamente y con el cansancio ya lógico que se iba generando en el equipo. El “Cebolla” buscó cargarse al equipo, pero le faltó compañía. Agustín Canobbio mostró algunos chispazos, pero nunca pudo pisar el área con claridad.

Con el correr de los minutos, The Strongest creció en juego. Encontró más espacios, más piernas cansadas y pudo empezar a plasmar una clara diferencia en el aspecto físico.

En los últimos 25 minutos, “Leo” cambió de nombres y sistema, pero no de idea. Formiliano volvió a la zaga con Arias y Franco Martínez pasó a jugar de doble cinco con el “Mota”. El “Cebolla”, el más claro con la pelota, quedó como una especie de mediopunta detrás del “Toro” Fernández que ingresó por un agotado Palacios. 
  
Así, el aurinegro se reordenó y a los ponchazos comenzó acercarse al área rival. Sin embargo, siempre careció de peso ofensivo en los últimos metros de la cancha. Fue el mejor momento de Peñarol, pero no le alcanzó y se trajo un 0-1 de La Paz.

No era el objetivo. El aurinegro no quería volver con las manos vacías de la altura, pero también hay una realidad: de todos los partidos del grupo, este era el más perdible.

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