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Defensor se despidió de todo torneo de América, pero ¿se despierta?

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Atlético Mineiro vs. Defensor
DOUGLAS MAGNO

COPA LIBERTADORES

Para el violeta finalizó el periplo americano, pero quizás inició la recuperación

Sin goles no se puede aspirar a ganar en el fútbol y Defensor Sporting hace 460 minutos que no convierte uno. No hay que buscar mucha más explicación que esa a la eliminación violeta de la Copa Libertadores y de toda competencia internacional.

El equipo de Punta Carretas necesitaba un milagro para revertir el 0-2 sufrido en la ida y sabía que era difícil. Más al alcance de la mano estaba simplemente ganar y al menos mantener hasta hoy la chance de conseguir uno de los cuatro cupos para pasar a disputar la Copa Sudamericana. Sin embargo, ninguna de las dos cosas fue posible básicamente porque para Defensor Sporting pasaron cinco partidos completos y 10 minutos de un sexto sin poder convertir. Y así es imposible, porque se puede mantener el cero en el arco propio (como se logró anoche y, por cierto, por primera vez en los ocho juegos que van en el año), pero es imprescindible anotar para aspirar a un triunfo como el que urgía anoche.

La Copa Libertadores 2019 ya es historia para el violeta y eso que van apenas dos meses del año. Solo ganó una de sus presentaciones y llamativamente fue un triunfo histórico, el 4-2 del debut ante Bolívar en La Paz. Fue como si ahí Defensor se gastara todos los tantos que había acuñado durante la pretemporada. Sin embargo, luego del partido de anoche no todo debe tener una visión negativa.

El equipo frenó una racha de seis derrotas consecutivas por todo torneo y ese debe ser un punto de inicio. Lo otro fue que el plantel violeta puede considerar que se demostró a sí mismo que si se lo propone puede salir del pozo.

En la segunda mitad, cuando se encontró contra la espada y la pared porque necesitaba hacer dos goles en solo 45 minutos, asumió una actitud protagonista que no había tenido hasta entonces en todo lo que va del año. Se paró en campo contrario sin desordenarse tácticamente, generó más llegadas que el rival y aun exponiéndose en retaguardia no pasó zozobras.

Fue el partido del adiós de la Libertadores, pero quizás también el del despertar violeta.

Primer tiempo.

Cuatro minutos iban apenas cuando el ecuatoriano Cazares metió un tiro combado de derecha y el balón, que parecía terminaría en la red, dio en el poste izquierdo del "Moneda" Rodríguez para salir rebotado. Hubiera sido el gol de la sentencia de la llave, porque Atlético Mineiro ganó 2-0 en la ida disputada en el Franzini, pero la suerte parecía estar del lado violeta.

El comienzo era poco halagüeño para el violeta, porque no encontraba la pelota, pero tuvo la virtud de ser paciente y pararse bien en defensa. Así, de a poco comenzó a ganar las pelotas divididas, a manejar más el balón incluso que el rival y a no pasar tanto peligro, más allá de que cada vez que la tomaban Cazares o Luan corría un escalofrío por la espalda de los hinchas de Defensor. Sin embargo, se fue la primera mitad sin que el arquero tuviera que andar a los revolcones (aunque sí tuvo un par de buenas intervenciones, ninguna in extremis), aunque con el equipo uruguayo generando muy poco peligro. Ese es su gran debe. No en vano hace cuatro partidos que no convierte.

Segundo tiempo.

Con 45 minutos en los que se jugaba todo y tenía la necesidad de ganar por dos goles de diferencia, Defensor Sporting salió a entregar el resto. Se paró definitivamente en campo de Atlético Mineiro, generó varias llegadas, provocó la expulsión de Zé Welison y, aun consciente de que dejaba espacios atrás, se fue a buscar los goles que precisaba.

Manejó bien la pelota, lanzó a los laterales, "Polilla" Da Silva hizo cambios ofensivos y obligó a un par de grandes atajadas de Vícto: primero ante un remate lejano de Rabuñal (75') y luego ante un tiro libre de Piquerez (86'), pero faltó el gol, ese que ya hace cinco partidos no consigue.

El empate final de nada sirvió, o quizás sí de algo que es cortar la racha negativa de seis derrotas consecutivas. Defensor Sporting quedó por el camino en el plano internacional y no será rival de Nacional en el Grupo E de la Libertadores, en el que sí se metió Atlético Mineiro. Al equipo de Punta Carretas le sigue yendo mejor de visitante que de local, condición en la que aún no ganó en 2019.

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