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A Danubio no lo den por muerto

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Leandro Sosa en el Danubio vs. Mineiro en la Copa Libertadores

COPA LIBERTADORES

El equipo franjeado supo remontar dos veces y viajará a definir la serie de visita en Brasil ante Atlético Mineiro.

Foto: Reuters
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Recibió dos goles, es cierto. Deberá ir a definir la llave a Brasil ante un gran equipo, también lo es. Pero si Danubio muestra el mismo juego que se pudo ayer ver en la tarde-noche del Franzini, los franjeados pueden dar el batacazo.

Parece difícil que Atlético Mineiro juegue en su casa con la misma postura que lo hizo en Uruguay. Replegado y esperando sacar el contragolpe con la velocidad de Luan, Cazares y Chará y aprovechando el enorme olfato goleador de un Ricardo Oliveira que con 38 años juega cada vez mejor.

Es casi ilógico imaginarse a Danubio como gran dominador de ese encuentro de vuelta, pero si repite las intenciones que tuvo en la pasada jornada será un hueso duro de roer. Es que muchos verán el medio vaso vacío de que le anotaron dos goles y que solo le servirá ganar o recién un empate por 3-3, pero el equipo de Méndez, al menos, sabe a lo que juega.

Lo demostró desde que comenzó el partido con las trepadas de Sosa y Felipe por las bandas, con la marca de Siles y el buen pie de Montes. La velocidad de Onetto y Olivera en el ataque y la magia de Grossmüller que acompañó bien a Federico Rodríguez. Muy buenas intenciones fueron las que se vieron, pero la falta de puntería fue el principal déficit de un equipo franjeado que tuvo como la gran figura de la noche a su arquero, Federico Cristóforo.

Contuvo dos en muy poco tiempo y con la tercera no pudo. Ricardo Oliveira quedó solo y definió a colocar para poner la apertura del marcador. Minutos más tarde llegó la tercera y luego la cuarta y la quinta en el complemento. Fueron muchas y casi todas terminaron en sus manos o despejadas por él.

Danubio se pudo reponer del tanto de Oliveira sobre el final del primer tiempo, cuando luego de una buena jugada entre Denis Olivera y Carlos Grossmüller dejó de cara al gol a Federico Rodríguez que definió dentro del área chica para poner la igualdad transitoria.

El complemento fue muy parecido a los primeros 45’: Danubio yendo al ataque y Mineiro apostando al contragolpe y una vez más de esa forma llegó el segundo tanto de los brasileños, el segundo gol de Ricardo Oliveira.

Con 38 años, el delantero brasileño está intacto. Jugó los 90’, corrió y luchó todas las pelotas y además marcó los dos tantos para su equipo porque luego de un centro desde la derecha conectó de cabeza y venció nuevamente la valla franjeada.

Pero Danubio no lo dejó ni festejar al Mineiro porque pocos minutos más tarde le pagó con la misma moneda: de cabeza. Sergio Felipe saltó más que todos y con un notable frentazo puso el 2-2 final. El gol que sentenció la igualdad y que deja viva las esperanzas de Danubio de cara a la vuelta.

No lo den por muerto, porque a pesar de que tendrá una dura parada en Brasil, el Danubio de Méndez conoce sus intenciones y demostró una mezcla muy interesante de juventud y experiencia que le puede dar sus réditos. No lo den por muerto, porque lo remontó dos veces y buscará hacerlo en suelo norteño.

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