"Lo único importante era ganar por el momento que estábamos pasado. Nunca renunciamos a intentar jugar bien, pero la prioridad era solo una: ganar como fuese. Este partido era la final del mundo para nosotros. En este partido el peor rival de Peñarol era Peñarol mismo", admitió Jorge Da Silva en conferencia.

"El resultado nos dejó contentos, pero el juego no. Fue de los partidos en que menos generación tuvimos. Hicimos todo lo posible para que Racing nos hiciera un gol, cometimos errores que nos pudieron haber costado caro. Hicimos un gol y lo defendimos a muerte. No de la forma que a mí me gusta, pero veníamos en un momento complicado, con números preocupantes", explicó.

"Ahora tenemos 15 días para recuperar al plantel; tenemos diez futbolistas lesionados. Muchos de ellos los más experientes y eso el equipo lo siente. Espero que esta victoria nos sirva para recuperar la tranquilidad. Hay un gran nerviosismo por conseguir los resultados".

PEÑAROL