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Los cuatro pilares que permitirán el regreso del fútbol

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Cristhian Ferreyra durante el clásico del Torneo Intermedio. Foto: Leonardo Mainé.
Leonardo Maine

CRISIS SANITARIA

La AUF no avala el regreso a los entrenamientos porque no quiere correr riesgos y, además, elabora un protocolo.

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La Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) no avalará el retorno a los entrenamientos de los futbolistas hasta tanto un equipo de expertos epidemiológicos diseñe un protocolo que permita reactivar la actividad deportiva, que indudablemente será diferente al que la Secretaría de Deportes está elaborando para el regreso de las actividades enfocados en los adultos mayores de 65 años.

La AUF establecerá, además, una estructura basada en cuatro pilares fundamentales para que el fútbol ingrese a la “nueva normalidad”, y se deslindará de responsabilidades ante las decisiones que puedan tomar los clubes profesionales de regresar a los entrenamientos en sus complejos deportivos si no se cumplen con las pautas señaladas.

De hecho, no habrá ningún impedimento para que un club adopte, si así lo quisiese, la iniciativa de regresar a los trabajos en mayo como lo está solicitando la Mutual Uruguaya de Futbolistas, pero esa acción será bajo la responsabilidad de los directivos de la institución.

Aunque el futuro es más impredecible que nunca, porque nadie tiene la certeza de lo que podrá suceder con la epidemia del COVID-19, en la AUF se está construyendo un reglamento básico como ruta de viaje para que el fútbol uruguayo pueda retomar su actividad con los menores riesgos posibles. Y este texto, indudablemente, tomará como referencia las recomendaciones que harán los expertos en epidemiología con los que ya se iniciaron los contactos, pero también otros incluirá el análisis de especialistas en otras materias.

Según supo Ovación los pilares que sostienen ese documento son el sanitario, el jurídico, el económico y el calendario.

Mathías Suárez en el entrenamiento de Nacional en Los Céspedes. Foto: @Nacional.
Mathías Suárez en un entrenamiento de Nacional en Los Céspedes. Foto: @Nacional.
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Sanitario

Es el primero de todos incluido en la hoja de salida para el inicio de los entrenamientos. Tendrá como regla básica los test de salud, las evaluación profunda de las condiciones sanitarias de los lugares de trabajo, la certificación de la realización de los aislamientos considerados imprescindibles y hasta el tipo de entrenamientos que se pondrá en marcha. Así como también los cuidados que deberán tenerse antes y después de cada jornada de trabajo.

En este caso se considera que es de suma importancia tener un trabajo técnico realizado por especialistas médicos y tomar también como referencia la experiencia vivida en otros países. Es clave observar qué se hace en Europa.

Peñarol entrenando en la cancha de césped sintético de Los Aromos. Foto: Francisco Flores.
Peñarol entrenando en la cancha de césped sintético de Los Aromos. Foto: Francisco Flores.
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Jurídico

El segundo aspecto es también de enorme gravitación, dado que habrá que tener claro qué medidas de resguardo y seguridad laboran deberán cumplirse para que los empleadores (en este caso los dirigentes de los clubes) no tipifiquen un delito penal o civil por poner en peligro la vida o la salud de sus empleados (futbolistas y el resto de los funcionarios). Una situación de contagio de coronavirus provocada en un complejo de entrenamiento que posteriormente haga perder la vida de un trabajador del club, de qué manera asegura que no habrá un juicio de su familia por daños y perjuicios y/o lucro cesante.

Francisco Ginella en el juego entre Los Ángeles e Inter Miami. Foto: AFP.
Francisco Ginella en el juego entre Los Ángeles e Inter Miami. Foto: AFP.
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Económico

La tercera columna, también tiene un enorme peso. El retorno tendrá que tener sustentabilidad, porque no podrá regresarse a la competencia ocasionando un daño a las instituciones que sea capaz de ponerlos en situación de quiebre. Quedó claro que el mundo que viene complicará la economía de los países exportadores de futbolistas porque los mercados se cerrarán o, con suerte, subsistirán pero a la baja. Este es el principal rubro que sostiene a los clubes, por lo que todo el resto deberá protegerse para que el daño no sea una sentencia de desaparición. Se sabe que el ingreso que se obtiene por los derechos de televisión no son suficientes para asegurar la permanencia de un club en el fútbol profesional, por lo que, entre otras cosas, habrá que buscar acciones que permitan tener público en los escenarios deportivos.

Liverpool celebra la consagración en el Torneo Intermedio. Foto: Leonardo Mainé.
Liverpool celebra la consagración en el Torneo Intermedio. Foto: Leonardo Mainé.
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Calendario

La cuarta pata de este documento que viabilizará el regreso a la actividad en el fútbol uruguayo, seguramente no antes de agosto, es la estructura que tiene que tener la competencia misma. En este aspecto, la AUF está previendo diferentes escenarios.

En primer lugar observando de qué manera podrá acompasarse la actividad internacional con la local, porque la agenda del fútbol uruguayo puede llegar a determinar que tenga que competirse miércoles y domingos.

No se descarta, incluso, que sea necesario elaborar un modelo diferente de clasificaciones para los torneos continentales de 2021. Como informó Ovación, hoy también hay en carpeta fórmulas especiales para terminar otorgando los cupos para la Libertadores y la Sudamericana.

Como es un hecho que la competencia no regresará en mayo, difícilmente sea posible tener un desarrollo completo del Campeonato Uruguayo en 2020. En ese caso, para tener el 15 de diciembre resuelto ya quiénes serán los representantes uruguayos en los torneos de 2021 se planifican diferentes formas para disputar la actividad. Por ejemplo, el Torneo Intermedio podría pasarse para el final y denominarse Torneo de Finalización.

Allí, entonces, se contaría con Apertura y Clausura realizado y con 30 fechas en total disputadas para resolver las clasificaciones a los campeonatos continentales. Si eso no fuese posible porque la pandemia del coronavirus no lo permitiese, podrían definirse los cupos tomando como referencia únicamente al Torneo Apertura.

Lo único que podría impedir que sea necesario aplicar este mecanismo es que la Copa Libertadores 2020 no avance como la Conmebol lo estimó en la última sesión. La fecha de inicio fijada para el 15 de agosto solamente podrá cumplirse si la nueva normalidad se refleja en todos los países del continente, porque sería la única manera de permitir la libre circulación de los equipos.

Caso contrario, el certamen tendría que sufrir un traslado y recién podría finalizar en 2021.

Lo que sí está muy claro, al menos en el seno de la AUF, es que el fútbol fue el primer sector afectado y, además, es el más afectado de todos. Es también, el más complejo por la naturaleza del juego y lo que se busca es conseguir las máximas garantías para que su retorno no haga correr riesgos de salud a sus protagonistas directos y a todas las personas que también dependen de su desarrollo (jueces, personal de recaudación, guardias de seguridad, dirigentes, vendedores, periodistas, etc.).

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