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Cristian Rodríguez volvió a ser el capitán que condujo a Peñarol al triunfo

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Cristian Rodríguez

TORNEO CLAUSURA

No solo convirtió el gol del triunfo con una ejecución a pura clase del penal, sino que recuperó su esplendor en el momento justo: el cierre del torneo.

Hay que tener mucha personalidad para tirar el penal como lo hizo Cristian Rodríguez a los 86’. Lo hizo con la frialdad, la convicción y la confianza que le dan los años y sobre todo la espalda ancha de los títulos logrados con Peñarol. Fue casi como aquel penal que Diego Forlán puso en Quito ante Ecuador en 2009 para un triunfo que se convirtió en la piedra angular del cuarto puesto en Sudáfrica 2010.

El “Cebolla” volvió a ser el “Cebolla” que precisa Peñarol y allí estuvo la principal explicación del triunfo 1-0 sobre River Plate, que por cierto debió haber asegurado bastante antes y no a falta de cuatro minutos. El aurinegro fue más que el darsenero y bien merecido tiene los tres puntos.

Tuvo la pelota, fue incisivo, trabajó el partido, rotó sus piezas por el frente del ataque, llegó por ambas bandas y gozó de las principales jugadas de gol hasta transformar a Gastón Olveira en figura.

Incidencia del partido entre Peñarol y River Plate en el Campeón del Siglo. Foto: Fernando Ponzetto.
Plada le corta el paso a Pellistri. Foto: Fernando Ponzetto.

En la libreta de apuntes no hay ninguna intervención importante de Kevin Dawson, el arquero aurinegro, hasta un tiro lejano del juvenil Matías Arezo en el cuarto minuto de descuento. Eso habla de lo poco que generó River Plate en ofensiva, quien no obstante tiene el mérito de haber aguantado a pie firme hasta el final aun jugando con un futbolista menos por la expulsión (bien decretada) de Nicolás Rodríguez desde el minuto 50.

En River Plate aseguran que no fue ni falta, pero sí la hubo. No fue violenta, pero sí vehemente y eso lo hace merecedor de la amarilla, que se sumó a la que había visto un par de minutos antes y que también estuvo bien sacada.

Como contrapartida a lo poco que llegó el darsenero, Peñarol sí inquietó. Diego López decidió incluir a último momento en la oncena al capitán Cristian Rodríguez y no tener ni siquiera a la orden a Walter Gargano. Así, entre otras cosas, se cuidó al “Mota” de recibir una quinta amarilla antes del clásico. Lo concreto es que la presencia del “Cebolla”, que volvió a jugar a un nivel que hacía rato no mostraba, fue determinante.

Peñarol y River Plate juegan en el Estadio Campeón del Siglo. Foto: Fernando Ponzetto.
Peñarol y River Plate juegan en el Estadio Campeón del Siglo. Foto: Fernando Ponzetto.

Con sus pases, sus pausas y además un gran trajinar del campo, lanzó varias veces a los veloces Facundo Pellistri y Agustín Canobbio, quienes no obstante no estuvieron claros a la hora de habilitar a Xisco, quien vio cortada su racha de cuatro tantos en tres partidos. El gol debió haber llegado antes, proque el español metió dos grandes cabezazos que Olveira sacó en forma magnífica, demostrando reflejos y sobre todo mucha técnica; porque siempre faltó un paso para que un centro fuera conectado; y porque la gran corrida de Luis Acevedo a los 79’ terminó con el balón en el caño.

Y en definitiva el partido se definió por cuestión de centímetros: los de la ínfima posición adelantada de Ignacio Lores antes de que Olveira (que dio rebote) le hiciera penal y los de adelanto de Joaquín Fernández cuando Arezo marcó el empate.

Gol anulado a River Plate ante Peñarol
Los darseneros protestan, pero Carlos Barreiro acertó. Foto: Fernando Ponzetto

Peñarol logró un triunfo mucho más merecido que polémico y hoy es otra vez líder del Clausura y de la Anual.

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