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Cristian Olivera: cuando la vida te sonríe a los 17 años

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RENTISTAS

El delantero de Rentistas aún no se da mucha cuenta de lo que está viviendo. Pero se ilusiona cada vez más con poder comprarle la casa propia a sus padres

Cristian Olivera recién cumplirá los 18 años el 17 de abril. Sin embargo ya está dando que hablar. Juega en Rentistas, el único líder del Apertura y fue clave en los dos partidos de los Bichos Colorados en su regreso a la A. En el debut frente a Nacional le dio el pase a Maximiliano Falcón para el primer gol y el sábado pasado anotó el segundo gol de los dirigidos por Cappuccio, que dieron vuelta el partido ante Boston River para terminar liderando en solitario el torneo.

Seguramente, porque recién cumplirá 18 en abril, es que le cuesta tener conciencia de lo que está viviendo. “Todavía no caigo, pero es un gran orgullo para mí y para mi familia. Y creo que eso es lo más importante para un jugador y sobre todo para una persona”, dijo el delantero, instalado cómodamente en el living de su casa ubicada en General Flores en el límite entre Maroñas y Piedras Blancas.

Comparte la vivienda con sus padres, Andrés y Katy, y con sus dos hermanos, Andrés (el mayor, que es zaguero y seguramente arrancará en Canadian) y Valentín, el mas chico, que también juega arriba en la categoría 2010 de Cerrito, justamente el acérrimo rival de Rentistas. “Tiene potencial, va a andar bien. Cuando puedo lo voy a ver”, comentó.

Hermanos
Hermanos Con Andrés, al mayor que es zaguero y Valentín el chico que juega arriba en Cerrito. Foto: Francisco Flores.

La realidad de la familia, que antes vivía en Los Reyes un barrio de contexto crítico, cambió gracias al “Chino” Edgardo Lasalvia, quien representa a Cristian desde que jugaba en la Sub 15 celeste. El empresario paga el alquiler de la luminosa y amplia vivienda, así como los gastos de luz y agua. “El Chino es un gran tipo. Me dijo que Los Reyes no era un lugar para vivir porque andaban siempre a los tiros. Es bravo, a mí me asustaba estar ahí, sobre todo por mi hermano más chico. Me dijo que me iba a conseguir una casita. Y acá estamos”, relató. “Me ayudó en todo, cuando mi padre solo hacía changas me daba para los boletos. Hoy por suerte mi papá tiene un trabajo fijo en la construcción. Y la heladera siempre está llena. Cuando abrías y no había nada era jodido. Tomábamos leche y pan nomás. Y cuando llegaban los reyes a mí no me importaba que no me trajeran nada porque ya entendía, pero sufría por mi hermano chico”.

estudios

Se hizo querer en el liceo N° 13

Cristian nunca dejó de estudiar. En unos días comenzará cuarto en el nocturno del Liceo N° 13, muy cerca de su casa. “Termino tarde y nosotros entrenamos de mañana, pero siempre me pego una siestita de tarde”, contó quien tiene una muy buena relación con todos sus compañeros. “Sé que ahora me van a conocer un poco más en el liceo, pero siempre me dan para adelante. Me hice querer yo creo. Si a alguno le falta plata para el boleto yo le doy, porque yo pasé muchas de esas. Y si tienen problemas en las casas, lo traigo para acá y hablamos. Hago un poco de psicólogo. Je”, contó quien sin embargo quiere estudiar algo que tenga que ver con la construcción, donde siempre trabajó su papá.

ORGULLO. Cuando regresaron a entrenar como líderes del Apertura, Cappuccio les dijo que lo hicieran con orgullo y felicidad porque eran los responsables de haber ganado los seis puntos. Pero también se ocupó de los errores.

Lo insólito es que Cristian fue ascendido el año pasado al plantel principal de Rentistas después que el técnico lo vio jugar en la selección Sub 17 a la que Rentistas enfrentó en un amistoso. Después del partido Cappuccio le dijo que cuando regresara del torneo Sudamericano para el que se estaba preparando con la Sub 17 celeste se presentara a entrenar en el primer equipo. “Yo estaba en Quinta y no lo podía creer. Llegué a mi casa lo más rápido posible para contarle a mis padres lo que me había dicho el técnico. Cuando empecé en Primera estaba medio nervioso, no sabía ni donde sentarme, pero los compañeros fueron muy bien. Me explicaron dónde me tenía que sentar y dónde estaba la ropa. Renato César, que todos los días me lleva y me trae de la práctica, fue el que más me ayudó en esos primeros días en el vestuario. No tengo palabras para él”, contó. Y explicó que su primer partido, en el que ingresó desde el banco, fue frente a Bella Vista en el Complejo Rentistas.

“También fue inesperado para mí. Cappuccio me llamó y me dijo que me tuviera confianza y que encarara al lateral porque tenía amarilla”.

Pero fue frente a Villa Teresa en el Nasazzi cuando se ganó el puesto. “Ganamos 2 a 1, tuve la suerte de convertir el primer gol de mi carrera en Primera y me gané el lugar que por ahora mantengo”, añadió. Además, elogió a su entrenador: “No tengo palabras para describirlo. Es un gran técnico y mejor persona. Me da muchos consejos y siempre me nombra en las notas que le hacen. Me habla sobre la vida y me dice que siempre siga siendo humilde como ahora. Y que nunca deje de soñar. Y en el fútbol siempre me da para adelante”.

con corto
 Corto. Con el rottweiler de unos meses que es la mascota de la familia. Foto: Francisco Flores.

Ya había jugado en el Estadio Centenario en la B, pero cuando subió las escaleras rumbo al campo para enfrentar a Nacional, pensó en toda su vida. “Pasó todo por mi cabeza, sobre todo pensé en mi familia que estaba toda en la tribuna: mis padres, mis hermanos, mis abuelos. Pensaba en que tenía que dar lo mejor de mí para que ellos quedaran contentos y obviamente, por el equipo. Le jugamos de igual a igual a Nacional y por eso ganamos. En la jugada del gol de Falcón, lo vi que picaba para el área y se la metí entre líneas”.

Sabe que su velocidad puede llevarlo lejos. “Mi principal virtud es esa, y el encare. Me puedo sacar jugadores de encima”, dijo quien con pasado en las selecciones Sub 15 y Sub 17 de Uruguay sueña con llegar a la mayor.

Pero tiene otra ilusión aún mayor. “Lo que más quiero es comprarle una casa propia a mis padres y llegar a la Selección mayor. Y si se da un pase al exterior mejor. Me gusta España”, aseguró.

felicitaciones

El tío de Cristian tiene la camiseta de Bergessio

Cuando terminó el partido frente a Nacional en el regreso de Rentistas a Primera División, Cristian le pidió la camiseta a Gonzalo Bergessio. El argentino tuvo la buena actitud de felicitarlo por el partido que había hecho y le dijo que se la mandaba después al vestuario. Lo que hizo. Lo que nunca supo Bergessio era que su camiseta no era para el juvenil sino para un tío.
“Se la pedí para mi tío que es fanático de Nacional. Se la tenía que pedir para él, pero no le dije que no era para mí. Je”, contó Olivera. Y agregó que el delantero tricolor no le pidió la suya. “Yo no le di la mía porque ya se la había prometido a un alcanzapelotas. Pero él tampoco me la pidió”, contó entre risas.
“Igual estuvo muy bien, me dio para adelante. Me pareció un crack, aunque cuando le vas a hablar y lo tenés tan cerca te impresiona un poco. Se ve que no me quiso dar la camiseta en la cancha porque les habíamos ganado, pero después me la mandó. Muy bien estuvo”.

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