CRISIS SANITARIA
La Conmebol inició gestiones ante las autoridades sanitarias de los 10 países sudamericanos para evaluar posibles sedes únicas y establecer corredores sanitarios.
Desde hace al menos dos meses se maneja la idea de que la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana se jueguen en una única sede, aislando a los planteles y otorgándoles todas las garantías sanitarias. Es más, la iniciativa surgió desde la mismísima Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), pero hasta ahora se ha encontrado con la negativa de la Conmebol, que pretende respetar el formato original y sobre todo las localías. Sin embargo, eso ha comenzado a cambiar.
Fuentes de la AUF revelaron a Ovación que la Conmebol solicitó, a través de sus federaciones miembro, contactos con las autoridades sanitarias de l0 países que participan tanto en Libertadores como en Sudamericana para conocer de primera mano cuál es la condición epidemiológica en cada uno de ellos para comenzar a establecer posibles sedes para ambos torneos.
Conmebol y un cambio de postura
Con el paso de los días Conmebol se fue dando cuenta que la situación sanitaria, lejos de mejorar, empeoraba en la mayoría de los países. Las autoridades de la Organización Mundial de la Salud anunció que lo peor todavía no llegó a la zona del Caribe y esto va a tener efecto directo en Venezuela y Colombia, sobre todo en las zonas fronterizas de estos dos países.
A eso se le suma que Brasil es uno de los países con más afectados del mundo, Argentina no ha logrado contener el COVID-19 pese a una prolongada cuarentena obligatoria y en Chile se han disparado los contagios. Y el dato interesante es que, de los 32 equipos participantes, 14 son de estos tres países: 7 de Brasil, 5 de Argentina y 2 de Chile.
Por lo tanto, reiniciar la competencia en agosto como era idea de la Conmebol y hacerlo además con el formato original, ya es una utopía, razón por la cual se comenzaron a ver alternativas.
El ejemplo de Europa
Impulsada por esta realidad latinoamericana y por la reciente decisión adoptada por la UEFA, Conmebol comenzó a cambiar su postura. La Liga de Campeones se definirá, a partir de cuartos de final, en Lisboa, en tantola Europa League lo hará en Alemania.
Para el caso de la Libertadores, en cambio, la situación es bastante más complicada, porque todavía ni siquiera terminó la fase de grupos. Por lo tanto, se deben encontrar plazas capaces de albergar a cuatro planteles de ocho grupos, es decir a unas 1.500 personas, porque también deben considerarse dirigentes, veedores y árbitros. Y a eso hay que sumarle todo el personal que se encargará de las transmisiones televisivas. Por lo tanto, se debe pensar en unas 2.000 personas a las que se les debe dar, además de garantías sanitarias, alojamiento e infraestructura, pues deben existir campos de entrenamientos suficientes.
Como primer paso la Conmebol solicitó contactos con autoridades sanitarias de cada país. La idea es generar un corredor sanitario que permita a las delegaciones salir de sus países directo a la o las sedes elegidas y con tiempo suficiente para guardar una cuarentena de al menos siete días.
Además, la o las sedes anfitrionas deberán tener la logística necesaria como para poder realizar exámenes a tantas personas antes de la competencia. Y allí aparece Uruguay muy bien posicionado.
Dos grandes candidatos
Lo más probable es que para albergar la fase de grupos de la Libertadores se elija más de una sede. Uruguay, que tiene menos de 20 casos activos y no superó los 1.000 contagios totales, está en la primera línea de candidatos.
El país posee una buena capacidad hotelera capaz de albergar a tantas personas. También posee estadios en Montevideo y Maldonado. En todo caso lo que faltaría serían instalaciones para los entrenamientos, aunque si recibiera a la mitad de los 32 equipos que siguen en competencia podría asumir el compromiso de ser anfitrión. Y tiene un socio muy factible.
Paraguay también tiene un panorama sanitario favorable. Si bien superó los 1.000 casos, tiene menos fallecidos que Uruguay: 13 contra 24. Y es el país sede de la Conmebol.
Por lo tanto, Uruguay y Paraguay se perfilan muy bien para —en caso que la Conmebol lo decida— ser sedes de la Copa Libertadores.
La prioridad es terminar la fase de grupos, porque de allí también saldrán los 8 clasificados (los terceros de cada grupo) a la segunda fase de la Sudamericana, que se unirán a los 24 que ya hay, entre ellos los cuatro uruguayos: Fénix, Plaza Colonia, Liverpool y River Plate.
A partir de octavos de final de ambas competencias, que podrían jugarse a partido único (igual que el resto de las llaves, tal cual lo hará Europa), uno de los países sería sede de la Libertadores y el otro de la Sudamericana.