El presidente Juan Pedro Damiani está en calma, como su técnico, que lo ha sorprendido para bien y que se hubiera quedado aun perdiendo el Clausura. También habló de los juveniles y del fin del contrato del capitán.

—¿Está más tranquilo ahora que consiguieron el primer objetivo?

— Ganar el Clausura era ineludible. La única chance que teníamos de poder definir el Uruguayo. Ahora hay que barajar y dar de vuelta.

—Habló del deber cumplido igual que Bengoechea.

—Cuando iniciamos el segundo torneo, teníamos una gran diferencia con Nacional y, según decían algunos, no nos habíamos reforzado bien en comparación con otros. Todo parecía muy difícil. Pero tenemos el Clausura en el bolsillo.

—Trajo a Bengoechea, que prácticamente no tenía experiencia como entrenador principal. ¿Lo vive como un logro personal?

—No lo tomo así, en esto del fútbol y en la vida, más cuando uno está en cargos de dirección los errores son de uno y los aciertos de todos. Francamente, Pablo nos ha sorprendido a todos con su madurez, su inteligencia y su confianza.

—Y su calma, la que no parece perder nunca.

—En la época de futbolista no tenía esa faceta. Generalmente, era bastante terco y hablaba poco. Hoy estamos contentos de disfrutar a Bengoechea como entrenador. Ojalá podamos seguir haciéndolo, porque lamentablemente cuando los técnicos andan bien acá, enseguida se los quieren llevar. Pablo quiere mucho al club y va más allá de los 90 minutos. Se preocupa de la institución y de cuidarle el peso. Tanto que a veces le preguntamos si no le falta algo más y él dice que para traer, los que vengan tienen que estar por encima de lo que hay en el club.

—¿Se hubiera quedado aunque no ganara el Clausura?

—Sí, sin dudas. Al poco tiempo nos fuimos dando cuenta de la perspectiva global que tenía del club. Y ya ha ido mechando jugadores, lo que ha hecho con Valverde es muy importante. O cuando dijo que no iba a usar a Nández y Guruceaga porque no los iba a tener para las finales. Eso habla de la convicción que tenía y los hechos terminaron dándole la razón.

—¿Cómo se hace para no desprenderse de juveniles como Valverde ahora que el trabajo de Púa y Ahuntchain está dando sus frutos?

—En el caso de Valverde coincidieron varias cosas: el señorío de Real Madrid, una institución amiga y la buena disposición de la familia y los representantes. Estamos logrando lo que queríamos: disfrutarlo un poco en Primera y que sea la transferencia más importante del fútbol uruguayo. Mucha gente dice que hay que poner a los juveniles, y es cierto, pero antes había que hacerlos. Hace seis años que los estamos haciendo. Y ahora están explotando por el bien del club.

—Pacheco termina contrato.

—Él y once más. Nos sentaremos a hablar. Hay que ver lo que quiere "Tony", que es un ídolo y el jugador que más clásicos ha jugado. El fin del contrato es un hecho administrativo, nada más.

—¿Llega mejor Peñarol al clásico del domingo?

—Ahora es otro campeonato y no hay favoritos. Pero por mandato histórico tenemos que ir por la copa número 50, ¡ojalá podamos ganarla!

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