Los titulares, con Píriz y un rato Valdez y Aguiar, salieron 1-1 con los suplentes: la intención es una y el ritmo otro.

Sol fuerte. Calor. Mucho calor. Más en el clima que en los tibios —y contados con los dedos de una mano— aplausos que la exposición del equipo titular despertó en el nutrido grupo de alrededor de 600 hinchas aurinegros que disfrutó de una media tarde de campo a la sombra de los árboles de Los Aromos.

Es que, como se vio a lo largo del desarrollo del "mini partido" de práctica que disputaron titulares y suplentes con dos tiempos de 35 cada uno, Pablo Bengoechea está "cocinando" de a poco la alineación y el funcionamiento del cuadro con el cual Peñarol debutará dentro de apenas 10 días en el Torneo Clausura frente a Cerro en el nunca fácil reducto del estadio Luis Tróccoli.

Ayer, por lo pronto, Sandoval —que había sido uno de los dos volantes centrales hasta ahora— sólo caminó alrededor de la cancha y Píriz ocupó su puesto con Jorge Rodríguez jugando al costado suyo, mientras que en el segundo tiempo Valdez entró por Bizera y Aguiar lo hizo en lugar de Facundo Rodríguez para hacer el "doble 5" con Píriz al tiempo que el "Japo" se abrió para cumplir la función de volante externo por la izquierda, alternándose con Urretaviscaya quien actuó la mayor parte del trámite sobre la otra punta.

Con ese esqueleto —o más bien proyecto— de equipo, el organismo del cuadro anduvo como lo estamó el score final: 1 a 1; esto es, la notoria intención de jugar la pelota por abajo, tratando de asegurar la posesión de la misma en casi todos los sectores de la cancha pero especialmente en la salida desde el fondo, lo que se quebró sólo a través de un pretendido cambio de ritmo cuando se buscó la llegada de Urretaviscaya y los Rodríguez —Facundo y el "Japo"— por los extremos, no pudo ganarle al tránsito de un equipo que, salvo en los pasajes en donde "Urreta" y el "Japo" pusieron "la quinta", a veces con los toques de Pacheco como punto de apoyo, careció de sorpresa pues arrancó de atrás, pasó por el medio y llegó adelante con pocas revoluciones.

Es más, lo único "distinto" fue ver a Viera en el equipo suplente, pero no en la zaga, sino formando el "doble 5" con Marcel Novick, quien tras un corner que no pudo ser capitalizado por los titulares corrió 40 metros sin que nadie pudiera cortar el contragolpe y cedió a Palacios para que tocara por debajo de Migliore.

Zalayeta con su técnica, al igual que el "Tony", le hizo de poste a Urretaviscaya en dos ocasiones: en una Aguerre tapó el remate del puntero retrasado y sacó al corner, y en la otra la llegada fulminante de "Urreta" selló el 1 a 1, que estuvo a punto de quebrar el "Japo" cuando hizo una pared con Pacheco, tocó en caÍda por sobre Aguerre y la pelota fue devuelta por el travesaño para levantar el penúltimo aplauso de los hinchas, ya que el postrero, el del cierre, acompañado por un "¡vamo Peñarol, eeehhh!" que salió de las gargantas por la fuerza de la costumbre, pareció más tibio y solemne que el de un final de concierto en el auditorio del Sodre.

El equipo que Bengoechea "cocina" para el debut en el Tróccoli no pudo ganar, y no sólo en el score: el ritmo frenó a las intenciones.

Juan Pedro Damiani aseguró ayer a Ovación que Gastón Guruceaga, el arquero de la selección Sub 20 "es intransferible", descartando de plano que Peñarol pueda llegar a aceptar una oferta por el jugador que —según se informó en nuestra edición de la víspera— un club italiano piensa realizar para llevarse al futbolista en el período de pases de junio-julio.

Es más, el presidente aurinegro enfatizó que si la propuesta llega a ser por un millón de dólares libres para Peñarol, "es una ofensa, una falta de respeto", luego de lo cual sentenció que "(Nahitan) Nandez y Guruceaga son los dos intransferibles, como ya lo hicimos saber hace poco".

PEÑAROLJORGE SAVIA