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Todo o nada en cinco días

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Foto: AFP

PEÑAROL

Entre domingo y el jueves el mirasol define su futuro en Apertura y Copa.

La suerte de Peñarol en este semestre puede quedar definida en tan solo cinco días. El trabajo de cuatro meses quedará expuesto según lo que suceda el domingo y el próximo jueves con Nacional y Libertad, respectivamente.

Lo bueno para el equipo de Leonardo Ramos es que hasta el momento continúa dependiendo de sí mismo para conseguir ambos objetivos y para mantener esa condición solo le sirve un resultado: sumar de a tres en los dos cotejos.

Apertura. Si gana el clásico, el conjunto aurinegro tomará la punta del Apertura a tan solo dos fechas del final. La cuenta es tan sencilla como esa. Pese a que un empate no lo saca de la pelea, ya lo dejaría dependiendo de otros resultados. Si el domingo festeja en el Centenario, pasará al frente teniendo que cerrar con Progreso y Defensor Sporting, dos rivales complicados, pero le quedará al menos la seguridad de que sacando los seis puntos será campeón y se asegurará estar en la definición del Uruguayo a fin de año.

“Hay que poner la cabeza en el clásico, que obviamente es importantísimo, y hay que ganarlo como sea”, dijo Leonardo Ramos aún masticando bronca a la salida del Estadio Dr. Nicolás Leoz de la ciudad de Asunción, donde su equipo estuvo en ventaja y finalmente se volvió con las manos vacías.

Libertadores. De cualquier manera, en la Copa y por diferencia de goles el equipo se mantiene segundo y, por el momento, en zona de clasificación a octavos de final, pero con la contra de que Atlético Tucumán y The Strongest tienen la misma cantidad de puntos (juegan entre ellos en Argentina el miércoles). Sacando las seis unidades que le restan de local, el aurinegro aún puede estar clasificando a la siguiente fase, pero lo cierto es que para estar tranquilo y no depender de otros resultados deberá sumar afuera cuando visite a los tucumanos por la última fecha del Grupo C.

“Sacar cuentas a esta altura no, no quiero. Los partidos que tenemos de local tenemos que ganarlos, eso está claro. No puedo decir mucho más. Estoy con mucha bronca porque era un partido que teníamos controlado. Nos metimos demasiado atrás, aunque tuvimos dos chances claras de gol que no pudimos aprovechar. En la Copa esto es así: los errores se pagan. Cometimos dos errores y lo pagamos caro”, explicó el DT.

En la misma sintonía, pero un poco más calmo, Mathías Corujo destacó que además de los seis puntos en el Campeón del Siglo deberán sumar en Tucumán. “Podemos hacerlo, no tengo dudas. En Bolivia y acá (Paraguay) demostramos que podemos ser competitivos ante cualquier equipo a pesar de que no nos llevamos nada. Ahora se vine el clásico y todavía quedan tres partidos de Copa. Las chances están intactas. El grupo está fuerte, convencido de lo que quiere, y sabemos que se viene el partido más importante del año (contra Nacional). Nos vamos a levantar, no tengo dudas”.

Las chances están intactas, recalcó el “Chiche” y tiene razón, pero el margen de error es cada vez más chico. Los números obligan a Peñarol a ganar los próximos dos partidos para seguir con vida (y sin tener que sacar la calculadora) en ambos torneos. Por eso, los cinco días que van del domingo al jueves son cruciales para definir el futuro deportivo (y económico en el caso de la Libertadores) del aurinegro, porque hay en juego dinero, prestigio y la presión de no iniciar el segundo semestre con la soga al cuello.

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