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China le muestra la nariz a Sudamérica y va por el Mundial de 2030

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Luis Suárez y Lionel Messi y la promoción de la candidatura mundialista para 2030.
Luis Suárez y Lionel Messi y la promoción de la candidatura mundialista para 2030.
Foto: archivo El País.

CANDIDATURA

Los asiáticos proyectan ser los anfitriones y si en noviembre no se reactiva la candidatura de Uruguay-Argentina-Chile y Paraguay le van a cortar las alas al sueño sudamericano.

Hay señales que no son proféticas pero pueden ponerte en estado de alerta. En este caso, lo único que no puede hacerse es ignorarlas. China quiere organizar el Mundial de 2030 y para ponerse en la primera línea de la consideración de la FIFA anunció, bien por lo alto, que va a construir 12 estadios. Y uno de ellos con claras ambiciones de convertirse en el más grande del mundo.

Del otro lado del planeta, en tanto, también hay señales muy fuertes, que reflejan los síntomas de la situación en la que se encuentra la ilusión de Uruguay-Argentina-Chile y Paraguay de albergar la cita que celebrará el Centenario de las Copas del Mundo.

En este caso, la fortaleza de las señales está dada por su lado negativo: la candidatura se debilita. O, en el mejor de los casos, le están apareciendo hongos por el tiempo que lleva guardada en un cajón. Para que esto ocurra se unen muchos factores. En primer lugar, es lógico considerar que a la economía sudamericana le llevará más tiempo reponerse del impacto ocasionado por la pandemia del coronavirus.

Inevitablemente el motor chino empujará con una fuerza que ni siquiera podrá ser igualada por alguna de las propuestas que pueden emerger desde el Viejo Continente. Y eso que para la FIFA no está nada mal tener de aspirantes a organizar un Mundial a las cuatro naciones británicas (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte).

O sea, en este aspecto, el cuarteto sudamericano por más respaldo que tenga de los países miembros de la Conmebol quedará en inferioridad de condiciones. Aunque no se quiera aceptar, se estará detrás de China y del Reino Unido.

Además, tampoco juega a favor de la iniciativa de Uruguay-Argentina-Chile y Paraguay el hecho de que el proceso de selección se inicie en 2022 y la votación en el Congreso de 2024. Por ejemplo, Catar supo en 2010 que iba a ser el anfitrión del Mundial de 2022, lo que le permitió tener a su disposición un periodo de 12 años de preparación.

Aquí, aunque en 2022 se abrirán las puertas para los candidatos, recién a falta de seis años para ser sede de la gran cita se conocerá al ganador. Lo que apremiará para que el proyecto realmente sea consistente y ofrezca seguridades de todo tipo.

Tampoco puede desconocerse el distanciamiento político que existe entre algunos de los países miembros de la candidatura. El bloque viene sufriendo sacudones fuertes por las ideologías que imperan en sus estados. No hace mucho el Presidente de Argentina, Alberto Fernández, dialogó durante 42 minutos con su par de Chile, Sebastián Piñera, para tratar de fortalecer un vínculo alterado luego de la polémica generada por la participación de Fernández en una videoconferencia con partidos de la oposición chilena, instancia en la que los instó, entre otras materias, a que “zanjen diferencias para recuperar el poder”. Y eso no fue el único tema abordado, porque al parecer también molestó en Chile la comparación realizada en el manejo de la crisis por la pandemia del coronavirus.

Mauricio Macri, Sebastián Piñera, Mario Abdo y Tabáre Vázquez
Mauricio Macri, Sebastián Piñera, Mario Abdo y Tabáre Vázquez en una reunión para darle fuerza a la candidatura de los cuatro países.

Además, tampoco existe hoy un empuje fuerte y claro de los gobiernos de ir con todo por la sede del Mundial. En Uruguay, por ejemplo, Sebastián Bauzá fue muy claro al reconocer que el país no cuenta con el presupuesto necesario para llevar adelante la organización del Mundial.

Si el Secretario Nacional del Deporte lo reconoce, también obedece a una postura oficial del Gobierno. De hecho, fuentes del fútbol indicaron a Ovación que al Presidente Luis Lacalle no le entusiasma mucho asumir compromisos que después no puedan sostenerse por las dificultades económicas que imperan.

En Chile, mientras tanto, el Ministerio del Deporte advirtió que hay un aplazamiento del presupuesto que se iba a destinar para la postulación a la Copa del Mundo 2030.

El video de Conmebol sobre el Mundial de 2030
El video de Conmebol sobre el Mundial de 2030. Ver video.

Los planes no se vinieron definitivamente abajo, pero es clarísimo que la crisis mundial trastocó el cronograma de reuniones que se venía llevando a cabo. Tan es así que los dirigentes uruguayos sostienen que mantener las aspiraciones en un sitial alto solamente puede pasar por una reactivación grande de la candidatura. Y esto debería ocurrir, como muy tarde, en noviembre próximo.

En caso contrario, se abrirán las puertas para una derrota segura y le serviría en bandeja el sueño a China para quedarse con el máximo campeonato a nivel de países.

Ellos lo quieren de verdad. Y que comenzara la construcción de un imponente estadio para 100 mil espectadores es el fiel reflejo de lo que pretende.

El nuevo estadio que estará ponto en China en 2022
El nuevo estadio que estará ponto en China en 2022.

Este estadio con forma de flor de loto, con un presupuesto de más de 1.700 millones de dólares, es simplemente el puntapié inicial, porque el diario “Southem Metropolis Days” reveló que los planes incluyen la construcción de otros 11 escenarios. Y la mayoría de ellos se harán en un lapso de dos años, porque los quieren tener prontos para la Copa del Mundo de Clubes 2021 y la Copa Asiática de Naciones 2023.

Queda claro que pelearle la candidatura a ese país que quiere convertirse en una superpotencia en el deporte no será para nada sencillo, especialmente porque el Evergrande Group, un importante desarrollador inmobiliario fundado por uno de los hombres más ricos de China, sin problemas se encargará de construir el estadio para 100 mil personas y otros dos de 80.000 plazas.

"Creo que el deseo de China de postularse para la Copa del Mundo es muy claro", dijo Ji Yuyang, periodista del Oriental Sports Daily.

Al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, le encantaría que esta propuesta se presente. El año pasado ya dijo que recibiría con beneplácito una candidatura china para organizar la Copa Mundial 2030.

China quiere pegar fuerte en la mesa y si no hay reacción a tiempo al sueño de que la gran cita vuelva a Sudamérica le cortarán las alas. Para los asiáticos es una obsesión muy grande. El director del Centro para la Industria del Deporte Euroasiático, el profesor Simon Chadwick dijo que, aparte de las aspiraciones de la Copa Mundial de China, la fiebre por los nuevos estadios envía un mensaje de que "China se está desarrollando y se está volviendo más saludable y más fuerte".

"Hay algo sobre la iconografía y el simbolismo de los estadios, particularmente el desarrollo de Guangzhou. Este es un estadio enorme, con un diseño increíblemente llamativo, se han publicado fotos en todo el mundo y la gente lo comenta en todo el mundo. China está tratando de usar estos diseños de estadios enormemente distintivos como una forma de atraer a la gente y la atención, de hacer que la gente entienda que China quiere lo mismo que otros países".

La candidatura de Conmebol para el Mundial 2030
La candidatura de Conmebol para el Mundial 2030.

Empezó como un simple sueño, en algún momento tomó una euforia muy grande por el tractor de Argentina y hasta el empuje de Chile, pero ahora empiezan a crecer las dudas y si no hay un generoso compromiso de todos los sectores se consumará el adiós. Porque a Sudamérica ya hoy le muestra la nariz un rival de ultra riesgo y no es ningún cuento chino.

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