En el minuto 71 de cada partido, se recuerda a las víctimas del accidente aéreo de noviembre: pura emoción.

Desde que sucedió la tragedia aérea de Chapecoense en noviembre pasado, cada partido del "verdao" se vive con muchísima emoción. Los "torcedores" llegan temprano al estadio Arena Condá, esperan que el equipo arribe al escenario para cantar y aplaudir y recién ahí ingresan, con bastante antelación. Además, el día del partido se genera un clima especial en la ciudad y se duplican las personas con las camisetas verdes. En ese sentido, batió todos los récords el partido final por la Recopa Sudamericana, en la que los brasileños vencieron 2-1.

Como el estadio es bastante particular, y los hinchas verdaderamente están muy próximos al campo —escasos dos metros separan los arcos de las gradas, por ejemplo— , genera que los partidos se jueguen en el marco de un ambiente espectacular. Si bien el martes por la noche no se agotaron las entradas, sí fue muchísimo el bullicio que se creó. También ayudó a formar ese buen ambiente, bien de Copa Libertadores, que los fanáticos de Nacional no pararon de alentar, y el sonido ambiente fue tremendo.

Y llegó el minuto 71. Un minuto simbólico, de respeto. Es que desde el 29 de noviembre, en cada encuentro que disputa Chapecoense, ese momento es para recordar a los 71 fallecidos en el accidente aéreo de Colombia, cuando la delegación brasileña viajaba para enfrentar a Atlético Nacional. Ya en el 70 y medio, todos los hinchas se pararon de sus lugares, encendieron sus celulares para guardar ese momento para siempre y empezaron a corear el nombre "Chapé" de una forma ensordecedora e impactante. Justo se dio ese minuto en medio de jugadas candentes, donde Chapecoense estuvo muy próximo a marcar, pero Esteban Conde salvó lo que era un "gol cantado" del local.

La ciudad, el equipo y las personas no son las mismas después de lo que sucedió aquella trágica madrugada del 29 de noviembre. Chapecó no olvida a sus héroes.

JUAN P. ROMERO

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